Con motivo de la contingencia en el planeta por la pandemia del Covid-19, la Biblioteca Digital Mundial (www.wdl.org), iniciativa de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, anunció que está abierto de manera gratuita el acceso a través de Internet a los materiales digitalizados que resguarda, los cuales provienen de decenas de instituciones culturales de todos los continentes.
Manuscritos, mapas, libros raros, partituras, grabaciones, películas, fotografías y documentos de arquitectura son algunos de los exquisitos tesoros culturales del mundo que se pueden consultar desde la comodidad del hogar, en árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso.
Ahí están, por ejemplo, los antiguos textos árabes usados en la creación del álgebra, pinturas de antílopes heridos de África de 8 mil años; códices mayas; el planisferio de Waldseemüller, el mapa más antiguo que menciona el nombre de América; fotografías de la China imperial, el Imperio otomano y la Rusia zarista; escritura de oráculos sobre huesos chinos; la primera grabación de La Marsellesa; la primera película realizada por los hermanos Lumière; textos alquimistas árabes; mapas interactivos, libros de horas o diccionarios de lenguas indígenas antiguos como Arte de la lengua quichua publicado en Lima, Perú, en 1619.
Por ejemplo, si se teclea la palabra ‘‘epidemia” en el buscador de la Biblioteca Digital Mundial aparece la imagen de una acuarela que muestra a un médico con traje de prevención de plagas del siglo XVII.
La información que acompaña a esa pintura explica que ese traje es el que usaban los médicos que asistían a pacientes durante la peste en Europa, descrito por Jean Jacques Manget (1652-1742) en su Traité de la peste (Tratado sobre la peste), publicado en Ginebra en 1721.
‘‘El traje estaba realizado en cuero marroquí, debajo se usaba una camisa, pantalones y botas, todo de cuero y uno sobre el otro. La larga nariz tipo pico tenía sustancias aromáticas y los ojos estaban cubiertos con vidrio.”
Epidemias de cólera en Londres: 1832 y 1854
El acervo que se muestra al consultar ‘‘epidemia” también da comoresultado una caricatura de 1828 de una mujer mirando en un micros-copio a ‘‘los monstruos” que na-dan en una gota de agua del ríoTámesis.
‘‘En esta caricatura, la figura del artista en la esquina inferior izquierda hace una reverencia con su sombrero ante una bomba de agua y dice: ‘Encantado de verla, espero encontrarla en cada parroquia de Londres’. Las letras en la parte superior: ‘‘Microcosmo. Dedicada a las Compañías de Agua de Londres 1. Que nos traen todos estos monstruos, todas estas cosas prodigiosas, 2. Hidras y gorgonas, y espantosas quimeras. Vide Milton’. Esto último hace referencia a la obra de Milton El paraíso perdido.”
Lanzamiento público en abril de 2009
El lanzamiento público de la Biblioteca Digital Mundial fue en abril de 2009, entonces con la colaboración de 26 instituciones de 19 países, sobre todo a través de sus bibliotecas nacionales. La empresa Google fue el primer integrante de biblioteca y en 2005 donó 3 millones de dólares para apoyar su desarrollo.
Por parte de México colaboran el Archivo General de la Nación, la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Fonoteca Nacional.
Además de facilitar recursos a los educadores, estudiosos y el público en general, en tiempos de pandemia la Biblioteca Digital Mundial es una inagotable ventana a la diversidad cultural.
Via: La Jornada