Alfonso Carbonell Chávez
- ¡Esto… se acabó!
Lo dicho, este país frijolero nuestro, una vez más, lo espantan con el petate del muerto. Cierto es y el 1 de julio de 2018 es clara muestra, que ya despertó y tan lo hizo que contra todo pronóstico y no me refiero a que Andrés Manuel siempre estuvo adelante en las encuestas, sino porque era previsible y no tendría por qué no ser lo mismo de elecciones pasadas, el fraude electoral se cernía con mayor fiereza que nunca. Pese a las anticipadas compras de votos, de presiones de despido, de expedientes abiertos contra de luchadores sociales principalmente magisteriales y el uso masivo de programas sociales para preparar la cargada electoral, más de 30 millones de hombres y mujeres libres hartos de tanta corrupción e injusticias, se volcaron a las urnas y en esa toma de conciencia, el cambio se hizo posible como moralmente inevitable.
A más de un año de ejercicio de gobierno honesto y transparente y sobre todo, propuesto combatir la corrupción desde arriba como se barren las escaleras, los grupos opositores al gobierno afectados por las nuevas políticas como la de atender primero a los pobres, la reacción de la reacción ha sido virulenta y no se esperaba fuera de otra manera. Así desde el primer día del actual gobierno y apostados en sus trincheras legislativas o de poder local, en contracorriente sobre todo en temas tan sensibles como las pensiones de adultos mayores, becas para millones de estudiantes, capacitación para el trabajo y etc., no paran en sus confrontaciones. Aún más desde iniciada la estrategia para enfrentar la inseguridad y violencia con la creación de la Guardia Nacional, o qué decir de combatir la delincuencia organizada sin declarar una guerra, también les han merecido de éstos grupos de oposición formal y fácticos llevando de arietes medios y comunicadores que usted conoce, su abierta resistencia. Pero en su intentona por desvirtuar la política social y estrategia de combate a la inseguridad, es más de pretender desestabilizar el gobierno de la Cuarta Transformación, dígame usted si no, han fracasado. Me queda claro.
Así y no haré un relato de cada sistemático rechazo de los conservadores cuyas mayores divisas son la traición e hipocresía, baste señalar su férrea oposición a la cancelación del aeropuerto de Texcoco, el proyecto del Tren Maya y Transístmico, o del rescate de las refinerías y la construcción de las de Dos Bocas; ya ni se diga la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía “Felipe Ángeles” nada les parece. Y así me puedo seguir lo que resta de la columna y apenas alcanzaría a enunciar una la larga lista de proyectos y acciones implementadas por este gobierno que no les cuadran.
Ahora si nos detenemos a dos de los últimos eventos sin duda de suyo importantes es más vitales –literal-, y que han desatado con más ferocidad a las huestes conservadores y sus medios -propios o alquilados-, uno de ellos en específico de los feminicidios y que aquí he señalado resulta de la mayor relevancia digo, por qué de menos todos tenemos madre, siendo un asunto que nos compete a todos y no sólo a las mujeres debo entender, pero que en efecto lo encabezan desde hace tiempo grupos y colectivos feministas de lucha por sus derechos, salieron, ahora, con un reclamo fundamental que al grito de ¡ni una más! se han propuesto romper el silencio visibilizando el reclamo de un alto a tanta violencia y de todo tipo contra ellas. Empezando por la violencia económica, la sicológica, la política y la física que casi siempre termina en la muerte. Así ante una incapacidad manifiesta de frenarlos de parte de las autoridades instituidas, su voz cada día se escucha más fuerte y llega más lejos. Sin duda nadie podría regatearles nada a ese justo reclamo de indignación o como fue el lunes 9 de marzo, mostrar lo que este país es o no es sin mujeres. Sin embargo y ese es mi punto, nuevamente grupos fácticos y opositores a Andrés Manuel López Obrador, trataron de sacar raja política con cinismo rampante y desvergüenza incluso ofensiva para las propias mujeres al montarse en una lucha verdadera y apolítica que con su sola presencia, es más con su único pronunciamiento en redes, les mereció de no pocas voces femeninas duras críticas. ¿Nombres? Para qué. ¡Oportunistas!
Ahora ante el brote mundial de un nuevo virus que se entiende mutó de otros existentes en el pasado y aparecido en China denominado Coronavirus o Covid 19, se ha propagado y a estas fechas ya de manera alarmante por el número de muertes registradas, les han merecido a varios países en el mundo sobre todo asiáticos y europeos, tomar medidas realmente emergentes ya que si bien este virus no es tan mortal como su antecesor H1 N1 aparecido en el 2009 y que igual afectaba el sistema respiratorio, ya en la propia Wuhan ciudad China en la que se dieron los primeros casos hace tres y que según últimos reportes de la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) de la INU, su punto clímax o de inflexión ya se alcanzó al no registrar nuevos brotes ni contagios. Es cierto que mientras las medidas de detección, prevención, mitigación y atención tuvieron proceso, miles de personas han fallecido en China. Hay países como Israel, España ni que decir Italia, en que la situación se tornó crítica obligando a sus gobiernos a tomar insisto, medidas de emergencia como cerrar fronteras, prohibir movilidad incluso mantenerlos en cuasi cárcel domiciliaria para su propia protección debe entenderse. Al margen o marginalmente a los brotes o contagios que se cuentan por cientos incluso miles en países como Italia, Israel u otros, en la mayoría de los 170 o más países en dónde se ha detectado algún caso positivo a coronavirus como en México y aquí es donde quiero aterrizar, de 125 millones de humanos que lo habitamos sólo se han detectado con pruebas clínicas de laboratorio a 56 poco más positivos y hasta el momento que estos comentarios escribo, no ha muerto uno sólo por este mal. Es cierto se sabe, que quienes han dado positivo al nuevo virus no han desarrollado la enfermedad, pero no se puede cantar victoria incluso que de los cientos de casos que se han detectado insisto, no la han desarrollado por lo que las medidas en su fase uno y ya iniciando parcialmente y de manera focalizada la fase dos (fase 1, importado fase 2, de un portador a una comunidad), ya se han tomado medidas como las dadas a conocer por la secretaría de Educación (SEP) de parar clases a partir del 23 de marzo para regresar a clases el 20 de abril. Es decir se adelanta el periodo vacacional (sin vacaciones) de semana santa que se repondrán al finalizar el ciclo escolar. Asimismo el sector Salud federal, amén de que desde aparecido en el mundo el Covid y haberse detectado el primer caso en el país de manera importada, diariamente y ahora desde la misma mañanera con el presidente presente, se han definido estrategias basadas en datos científicos y técnicos con información cierta y verificable. De igual manera y desde los primeros momentos de su brote y aparición en México, las recomendaciones en cada fase han sido profusamente comunicadas tales como lavarse las manos, usar los geles conocidos, realizar el estornudo de etiqueta (por el interior del codo) como extremar medidas sanitarias y de higiene personal. Y por supuesto sobre los síntomas que acusa este mal y que no debe de confundirse con la tradicional influenza y/o resfriado común y tos. Como sea en caso de sentirse mal, procurar no salir ni asistir a sus trabajos o a las escuelas y de ser posible, evitar los lugares públicos concurridos como de grandes concentraciones a eventos masivos deportivos y musicales.
Así entonces y concluyo, la aparición del coronavirus en México y el mundo les ha servido y resulta claramente explicable a los conservas, de novedoso pretexto para lanzársele por enésima ocasión al presidente, acusándolo de tomar con poca responsabilidad o de menos ligereza el brote viral con nivel de pandemia, que tiene en vilo, dicen, al mundo entero. En México el número creciente cada día, cierto es, no representa ni el 0.0001 por ciento de la población total. Pero nadie; ni el subsecretario de Salud Hugo López-Gatel, ni los directores del IMSS ni del ISSSTE, bueno ni el secretario de Salud el Doctor Alcocer al que ya lo zopilotean los medios, han dicho que el Covid 19 no sea de tomarse con seriedad ni que no pueda crecer incluso que pudiera registrarse alguna muerte por ello. Mucho menos que el presidente de México minimice el tema, por atender a las recomendaciones que éstos le hacen. La campaña intensiva de información así lo reflejan por lo que no les asiste razón a sus opositores ni es de merecerle atención sus críticos que insisto, una vez más usan un tema de relevancia nacional incluso de competencia mundial, para atacarlo de manera burda y por momentos difamatoria cuando no irrespetuosa, porque ya no saben qué más usar para desacreditar a su gobierno. Un gobierno y finalizó, que les ha dado en su mero centro de gravedad de su extraviado poder. Es haberles quitado privilegios y mercedes a quienes eran cómplices del poder político y el poder económico. Que servían inclinados sin sentir dolor en las corvas, y que hoy ante los ojos de todos los mexicanos, se les acabó el negocio. No más gobierno rico con pueblo pobre, ni más corruptos y sus voceros cómplices. Porque como dijo Labardini: ¡Ésto… se acabó! ¡Me queda claro!