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Ciudad de México – La petrolera mexicana Pemex tuvo una pérdida neta por 18 mil 367 millones de dólares en 2019, casi el doble que el año previo, mientras su deuda con proveedores y reserva para beneficios de empleados se dispararon, cifras que atizaron las dudas de la estrategia del gobierno para apuntalar a la estatal.
La endeudada empresa, que ha estado bajo el escrutinio de las calificadoras de riesgo, informó este jueves que perdió 9 mil 009 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado, 8 por ciento más que en el mismo lapso del año previo.
Sus ingresos bajaron 16.5 por ciento el año pasado a 74 mil 474 millones de dólares, mientras que la deuda con proveedores se disparó 23 por ciento a 9 mil 807 millones de dólares y las reservas para beneficios de empleados creció 35 por ciento a 77 mil 305 millones dólares.
Pese haber hecho cuantiosas operaciones de refinanciamiento de pasivos, con un monto que la compañía cifra en 36 mil millones de dólares en los últimos meses y no haber recurrido a endeudamiento neto extra el año pasado, la deuda financiera se ubicó en 105 mil 200 millones de dólares.
Pemex, que el presidente mexicano dice le fue entregada casi en bancarrota, señaló que la caída de sus ventas totales estuvo vinculada a la baja del precio de la mezcla mexicana de exportación, menores precios de referencia de gasolinas y diésel, así como menores volúmenes de ventas locales y exportaciones.
Las pérdidas integrales del año treparon a 34 mil 923 millones de dólares golpeadas por una pérdida de 16 mil 422 millones de dólares por ganancias actuariales por beneficios a empleados.
El analista de energía Gonzalo Monroy dijo en su cuenta de Twitter que los resultados de Pemex reflejan la estrategia de “cerrarle la puerta a las asociaciones, de enfocarse en malos campos, pequeños y sin productividad y pensar que sólo es perforar a lo bestia”.
La producción de crudo del año pasado descendió 7.6 por ciento a un promedio de 1.68 millones de barriles por día, lejos de la meta de 1.8 millones de bpd que se había fijado la empresa como objetivo.
Directivos de la petrolera han dicho que las metas no se cumplieron por problemas asociados al clima y a que hubo problemas en el cumplimiento de varias empresas que ganaron contratos de infraestructura para una veintena de campos con las que se contaba para apuntalar la producción de hidrocarburos.
Analistas del sector han indicado que el gobierno y la empresa se han fijado metas de producción demasiado optimistas y que es prácticamente imposible lograr un aumento de producción de un millón de bpd al final del sexenio a 2024.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que hará todo lo que se requiera para salvar a Pemex y convertirla en una palanca de desarrollo para el país, cuya economía está estancada. (Reuters)