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Alfonso Carbonell Chávez

  •  Claro oscuros de una transformación

A un año de iniciar el gobierno de la Cuarta Transformación, muchas cosas son hoy temas obligados para la reflexión colectiva, porque ni todo han sido aciertos y es bueno que así se reconozca, como tampoco es cierto la opinión maniquea de varios sectores de opinión, muchos incluso que hasta podrían considerarse como ilustrados o de menos letrados.

Pero no perderé tiempo en insistir en quienes por consigna, mala fe incluso ignorancia, con todo y los claro oscuros que se han tenido en el primer año de administración del presidente Andrés Manuel López Obrador como de su  equipo de gobierno, los saldos en la sumatoria general de avances de los programas en distintos ámbitos de la vida nacional, sobre todo en bienestar social y estabilidad macroeconómica del país, están a la vista de claro, quienes lo quieran ver. Los que no, pues no. Y como aquí lo he venido sosteniendo, sólo es cuestión de tiempo para que la consolidación de este gobierno, ponga a cada quién en su lugar.

Así y de manera enunciativa por el momento, haré un rápido recuento de lo que a mi parecer y que comparten millones de mexicanos, han sido los principales avances durante estos 12 meses de un nuevo régimen y no sólo, de un gobierno con más de lo mismo. Sin un orden de importancia porque la verdad, en un país en las condiciones como lo dejaron 36 años de gobiernos neoliberales, resultaba prioritario como de urgente y obvia resolución todas las áreas del complejo entramado institucional. Así el combate frontal a la corrupción empezando por la oficina presidencial, era requisito indispensable para hacer valer y dejar constancia, que el principal problema de México era la corrupción. Así la variable corrupción que no calificaban las “Calificadoras”, abríase convertido en principal causa que hizo que todo un país, alcanzara niveles de desigual y pobreza acumulada nunca antes vistos y con ello, la inseguridad y la violencia crecientes. Porque más allá del cálculo somero de montos pecuniarios que se robaban del erario nacional vía la corrupción, estaba por principio y principios la voluntad política de barrer la corrupción como se barren las escaleras.

Otros logros resultan sin duda el de  definir, con justa medida, el funcionamiento de un gobierno austero sin goce de privilegios y altos sueldos que ofendían a los mexicanos, al mostrar opulencia de un gobierno rico con un pueblo pobre. Y en ambos casos del combate a la corrupción y la austeridad, ya cuentan con un marco constitucional en el que se consideran los actos de corrupción,  como delitos graves incluso sin derecho a fianza; en tanto la austeridad republicana ya establece, por ejemplo, que ningún servidor público del gobierno federal podrá ganar más que el propio presidente y quien desde iniciado su mandato, para poner el ejemplo, se rebajó el sueldo. Así también; no asesores, no viáticos y viajes al extranjero, ni pago de celulares ni de chofer; mucho menos de cajas de ahorro y cirugías con cargo al presupuesto.

Sin duda de los programas más criticados en materia de bienestar social que ejecuta la secretaría del mismo nombre, están los de adultos mayores y jóvenes construyendo el futuro habiendo quienes sostienen, que además de ser un programa asistencialista e incluso con tintes electoreros, eso de darles dinero a los viejos es como tirar a la basura “sus impuestos” (ajá); en tanto el encaminado a darle oportunidades a los jóvenes que ni estudian ni trabajan y que fueran etiquetados por pasados gobiernos como “ninis”, igual exponen es mantener a una pléyade de huevones además de propiciar la corrupción en contubernio con sus mentores. Es más los hay también, que con respecto a las becas que reciben los adolescentes de secundaria y los jóvenes preparatorianos, afirman echando espuma por la boca, que dichas becas la usan para irse a las maquinitas cuando no, para comprar licor y hasta droga. Y así por el estilo y en general, todos los programas de bienestar y otros de tipo productivos como sembrando vida, insisten ser programas asistencialistas condenados al fracaso. ¡No hay crecimiento! (doble ajá)

Por ello mismo y amén de su muy respetable opinión, quienes sostienen que los recursos que se destinan a procurarles un poco de dignidad a millones de ancianos en su vejez, o que generalizan que los jóvenes que fueron  abandonados a su suerte históricamente son unos irresponsables, huevones, corruptos, borrachos y adictos, resultan ser los mismos entes que, con su silencio cómplice y cobardía, y que a falta de conciencia clase, se sienten o quieren hacerse pasar de una clase social burguesa que los excluye, por lo que gimen cual plañideras y se ciegan a reconocer, de menos, que por fin este país tenga un presidente que voltea a ver a los más jodidos y no estar ya nunca más, al servicio de una minoría rapaz, hipócrita, sin escrúpulos pero sobre todo corrupta. Pero pese a ellos y otros, el país a cada día que pasa empieza a dar muestras de consolidación de sus políticas públicas. Si no, que les pregunten a los señores del dinero.

Es cierto y por contrario lo advertía, nada se gana cerrarse de ojos ante lo evidente y que en materia de seguridad, la brecha entre lo prometido y lo registrado, lejos de descender el grado de criminalidad y violencia se han notado preocupantes incrementos por lo que sin duda nos quedan mucho a deber. Pero no será apretando el gatillo como la violencia y ya se comprobó en el pasado reciente, que este sensible problema de inseguridad se va a resolver. Habrá eso sí y de alguna manera reconocido el propio gobierno, que si bien la estrategia integral de combate a la delincuencia no habrá de recurrir al uso de la fuerza por sobre la vida humana, es decir combatir la violencia con la violencia, seguirá como se ha planteado de ir a las causas que la alimentan como la pobreza, la desigualdad y la injusticia. Pero sí en el tema específico del combate a la delincuencia organizada y carteles de la droga, habrán de implementarse nuevas estrategias para hacer más efectivo su combate.

Es más como ahora se está ensayando, de una mejor y más amplia colaboración con el vecino gobierno del norte sobre todo a raíz del caso Culiacán y el tristísimo asesinato de mujeres y menores miembros de las familias LeBarón y Langford, que ostentan la doble nacionalidad tanto la mexicana como la estadounidense. Porque a diferencia y contrario a lo que sostiene el gobierno de la república de actuar en colaboración respetuosa entre ambos países para resolver este flagelo, ante las amenazas veladas del presidente Trump de declarar terroristas a los carteles mexicanos de la droga y de lo que ello implicaría, se alzan voces y que resultan ser las mismas que califican a los mexicanos de huevones y corruptos, para que de una vez – elevando oraciones al cielo de los traidores- los americanos nos intervengan y nuestro país (como han de ser sus sueños más húmedos) y de plano, se convierta en una estrella más de la bandera de las barras y las estrellas-, es decir ¡nos invadan! Y aunque suene exagerado y lo es claro, pero podría compartirles audios y videos de varios periodistas de esas cadenas afines a los regímenes pasados,  imbéciles que sueltan al aire como mal chiste y sin sonrojo alguno que sí ¡que vengan! ¡Culeros y estópidos! Incluso los mismos insisto que ven al presidente y al gobierno de la 4T como sus enemigos comunes y a vencer. Así y aclaré lo haría de manera enunciativa, aquí algunos claro oscuros de la cuarta transformación y que están a la vista de quienes los quieran ver. ¡Me queda claro!

(P.D.-  Ah y lo mejor está por venir)

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