. “Empecemos Hoy” se queda fuera del reparto de recursos
Sonia Gerth/Cimacnoticias/Ciudad de México – Al entrar al Refugio “Empecemos Hoy”, en el Estado de México, lo primero que salta a la vista es un jardín con una fuente. Sólo se escucha el canto de los pájaros, mientras que en la sala de la casa se observa a una educadora que enseña a tres niños en una mesita. El silencio se debe a que ellos son los únicos niños en la estancia, y su mamá, la única usuaria.
La directora del refugio, Sabina Carrillo Alejandrez, recibió a Cimacnoticias y cuenta que ha tenido que denegar las solicitudes tanto de su propio Centro de Atención Externa (CAER), como de Centros de Justicia, para acoger a mujeres en situación de violencia, debido a que no puede prestarles la atención necesaria en estos momentos.
“Empecemos Hoy” es uno de los aproximadamente 15 refugios, según la Red Nacional de Refugios (RNR) que no fueron considerados en la primera convocatoria de la Secretaría de Salud para recibir fondos. Cosa que no es fuera de lo común, también en años anteriores el presupuesto para los refugios fue entregado en dos repartos. Lo que se preguntan las asociaciones civiles que tienen a su cargo Refugios en este momento es cuándo viene una segunda convocatoria.
El pasado 4 de julio, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR) liberó la primera parte de los recursos: 293 millones 390 mil 098 pesos, de acuerdo con la RNR. En total, la partida presupuestal para los Refugios en 2019 prevé 346 millones 482 mil 708 pesos; es decir, falta por ejercer 15.3 por ciento del presupuesto.
Los Refugios que no fueron considerados en la primera convocatoria pidieron que la segunda se publique lo antes posible. Sabina Carrillo está decidida a volver a solicitar fondos porque así se lo prometió a las profesionistas que hasta el momento continúan laborando voluntariamente en la institución.
Este espacio para mujeres víctimas de violencia, cuenta con una sala de estar, seis habitaciones, un comedor, una cocina, un área de capacitación laboral, y las oficinas de la trabajadora social, la enfermera, y las demás profesionistas. Lo que falta es una ludoteca, más espacio para los niños, pero ésta no fue la razón por la que las autoridades rechazaron la solicitud de fondos de Carrillo Alejandrez, sino por la alimentación, ropa y calzado. Lo que ella critica es la arbitrariedad con la que se desestimó su solicitud. La negativa se basó en el juicio de valor de la persona que visitó, afirmó.
“Mi suministro de despensa se hace los días jueves. Ellas vienen un miércoles y todos los cortes, justamente, es el día miércoles. Yo digo ‘si tu hubieras llegado mañana, esto estaría lleno’. Pero esto fue uno de los puntos por los cuales desechó el proyecto.”
Otro punto que fue evaluado para la entrega de recursos fue el de brindar vestido y calzado a las mujeres.
“Yo entrego dos juegos de muda completamente nuevas. Entrego calzado: tenis, pantuflas, y sandalias a las mujeres y sus hijas e hijos. Adicionalmente entregamos ropa interior de tres mudas. Esto tiene salvedades, porque hay mujeres que llegan sin nada. En esos casos, se les da más ropa”, explicó la directora del Refugio.
Pero también hay otros casos donde las mujeres pudieron preparar su salida y traen toda una maleta con su ropa. En estos, explicó, también reciben sus dos mudas. El problema es que las autoridades no establecieron parámetros claros a los que los Refugios se pueden adaptar.
En la convocatoria oficial, publicada por la Secretaría de Salud, el 27 de febrero de 2019, en el apartado “Criterios de Selección”, únicamente dice que el Refugio tiene que brindar “servicios de: hospedaje; alimentación; vestido y calzado”. No especifica cantidades, rangos, o requisitos mínimos.
De la misma manera, en el Modelo de Atención en refugios para mujeres víctimas de violencia y sus hijas e hijos, emitido por el Instituto Nacional de las Mujeres, bajo “Servicio”, dice: “Alimentación, desayuno, comida y cena planeadas y coordinadas por una nutrióloga, que elabora también dietas especiales para casos específicos. Vestido y calzado: Cambios de ropa, incluida la interior; zapatos, blancos (toallas, sábanas, etcétera).”
A Carrillo Alejandrez le parece infundado el rechazo para que el Refugio que dirige obtuviera fondos. Muchas veces, dijo, la retención de fondos lleva a un círculo vicioso que puede acabar con una institución. “Porque no hay fondos, las profesionistas se van; y porque el Refugio no tiene profesionistas no se le concede el dinero. Debería de ser distinto. Deberían de subsanar el problema”.
En su experiencia explicó que es muy complicado mantener un espacio de éstos debido a la cantidad de personas expertas que se requieren como enfermeras, abogadas, psicólogas, pedagogas, trabajadoras sociales, y otras, todas altamente calificadas para trabajar con personas traumatizadas por la violencia.
“Tan sólo de seguridad de dos meses son 64 mil pesos, porque justamente es lo que tenemos que estarles proporcionando a las usuarias: seguridad. Y que ellas están aquí en un espacio de resguardo.”
TRABAJAR SIN REMUNERACIÓN
“La empatía para las mujeres y sus hijas, esta forma de verlas a ellas, sus historias de vida, es sobre todo lo que nos hace seguir adelante”, contó “Fernanda, la trabajadora social quien ha venido voluntariamente los últimos seis meses y medio, es decir, no ha cobrado sueldo.
“También la ética profesional”, agregó Isabel, la psicóloga infantil. “Sabemos que hay una gran necesidad. Antes que los honorarios, somos prestadoras de servicios. Esta necesidad es una de las más fuertes en el país. El nivel de feminicidio en el Estado de México es muy grande, entonces nos guiamos por eso”, afirmó.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2018, fueron registrados 110 feminicidios en el Estado de México. Sin embargo, la entidad sólo cuenta con tres refugios, según Sabina Carrillo. Dos de asociaciones privadas, con seis plazas cada uno, y uno estatal.
Isabel contó que algunos Centros de Justicia también brindan espacios, pero sólo son camas que se prestan por algunas noches mientras se gestiona la transferencia a una casa de refugio, dijo.
“Urge que se publique la segunda convocatoria”, señaló Carrillo Alejandrez; quien mientras, busca financiamiento de otros donantes.
“Tenemos que abrir horizontes, pero el Estado está obligado a proporcionar el recurso para que sigan operando estos espacios”, concluyó.