Manuel Blanco
Nadie sabe a ciencia cierta que es calidad, sin embargo, todo el mundo la reconoce cando la ve…
Todos buscamos siempre la mejor calidad; en la vestimenta: lo que salga en la televisión, o la revista, en los accesorios: los que traiga el astro de la telenovela, en los autos: el que trae el vecino o el que se estaciona frente de nosotros en la oficina, en los en los gadgets: siempre los de última generación con la mejor cámara (aunque nunca imprimamos nada) y claro todo lo que aparezca en redes sociales. Siempre andamos en búsqueda de una mejor calidad.
En cuestión empresarial nos enfocamos en: mejores insumos, materia prima, infraestructura para generar un producto final “con calidad”, aplicamos normas ISO -modelos de aseguramiento de calidad internacional enfocados a determinadas áreas-, Six Sigma – que se enfoca de la mejora continua de los todos procesos implementados- en consecuencia, trabajamos con una guía establecida; bajo lineamientos, formatos electrónicos y tangibles, un tanto cuanto engorrosos, pero son parte de la transformación hacia la calidad. Al final, obtienes manuales, bitácoras, archivos, que podrás consultar para resolver con analogía cualquier duda que surja en futuras ocasiones.
Todo lo anterior es grandioso, pero… y ¿la calidad personal?
Así como anhelamos cosas materiales con suprema calidad, debemos poner el mismo empeño en la calidad personal, analizar nuestro comportamiento, nuestro desenvolvimiento tanto laboral como con en el entorno familiar, no debemos dejar de lado que, lo que va marcando la pauta en nuestra vida son las acciones y las decisiones que uno va aterrizando, y si nos manejamos con calidad serán más certeras y con un mejor resultado.
Pero…¿Cómo podemos transmutar a personas de calidad? Algunos de los factores que se deben analizar, evaluar y corregir son:
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- Actitud: positivismo ante la vida, los problemas y las dificultades a vencer.
- Compromiso: con lo que nos toca, con lo que aceptamos hacer.
- Atención: brindar el interés debido al trabajo, a las personas, vaya a todo lo que estás haciendo.
- Credibilidad: no hay nada mejor para honrar a las personas que su palabra, respétala y hazla respetar en todo momento.
- Comportamiento: eres educado, te desenvuelves con rectitud con TODOS los niveles jerárquicos, tanto horizontales como verticales.
- Obligaciones: cumple en tiempo y forma con lo pactado.
- Diferenciadores: ya somos muchos y todos igual o más preparados, ¿Qué te hace diferente? ¿Qué haces hoy, para sobresalir de los demás?
- Potencializa: habilidades, fortalezas, competencias,
- Bienestar: felicidad, salud, apariencia, higiene, alimentos, fragancia, autoestima.
- Instrúyete: lee, conoce, prepárate, lo más que puedas.
Al final no existen fórmulas mágicas, todo es consecuencia, causa y resultado de lo que vamos desarrollando de manera endógena, por todo lo anterior…
Ocúpate de la calidad personal, que lo demás solo va llegando.