“Uno es del lugar en donde muere/ se podría decir que gracias al estado texano/ nunca había sido tan americano/ no hay acto más patriótico/ que morir gracias a tu país…” René Morales.
El día de ayer, 18 de septiembre, El Museo de la Marimba “Zeferino Nandayapa” fue sede de la presentación del libro “Texas I love you”, del poeta René Morales, editado por Anónima Editores, en Colección Dactilar.
El libro fue presentado por los poetas Fernando Trejo, César Trujillo y Nérvinson Manchado, quienes acompañaron al autor en una mesa en la que se habló no solo de la obra del poeta, ni del libro, sino de algunas experiencias que ponen en perspectiva diversos problemas sociales, que son imposibles de no ver, pero que es grato evitar. Como es costumbre en las presentaciones de Morales, la interacción fue amena, divertida y desfachatada, hasta el momento de compartir algunos de los textos que “le quitaron el sueño” durante el proceso creativo.
“No fue una tarea fácil, tuve que ir al psicólogo, fui a parar hasta el psiquiatra, en un momento dije ya, ya no voy a hacer nada, pero alguien me dijo que si no lo terminaba, me perseguiría por siempre”. Tras breves anécdotas que respondieron a la pregunta de ¿Fue difícil escribir el libro?, se prosiguió al plato fuerte; los poemas, el imaginario del autor, su capacidad para sumergirse en la vida y pena de otro, a partir de un expediente, un archivo lleno de anotaciones, declaraciones y delitos, que, quién sabe que tan ciertos sean o hayan sido (ha habido condenados a muerte que son exonerados postmortem).
Desde “Línea Blanca”, “Carne” y ahora “Texas I love you”, la poesía de René Morales confirma la crudeza de la vida y la plasma en un papel; a partir de una lírica en lenguaje sencillo y cotidiano, con imágenes que evocan no solo la tristeza, sino el dolor, el despojo, el anhelo, la soberbia e incluso el cinismo, la obra del poeta escudriña en lo más profundo de la pesadez de 44 personas latinas que fueron condenadas a muerte en el estado de Texas; uno de los primeros en recibir a los migrantes con el sueño americano por delante.
En este libro, el autor se inspira en los expedientes oficiales del Departamento de Justicia Criminal de Texas, que sirvieron para dar pie a una de sus obras más complicadas, pues afirma que no es fácil hablar desde la boca de los condenados a muerte, quizá al principio sintió culpa, después desesperación, pero, al final, llegó el alivio acompañado del punto y final. Como es de esperarse, en el trabajo de René Morales la denuncia es un hilo conductor que vincula cada uno de sus poemarios, cuyo imaginario permea el interés del espectador y, por curiosidad o morbo, logra el cometido: Visibilizar la llaga, sea cual sea, en “Línea Blanca” fue la migración en la zona fronteriza del Sur de nuestro país; en “Carne” Los genocidios del mundo; en “Texas I love you” la soberanía de un estado sobre la vida y, para hacer más ilustrativo el sentimiento, cada poema lleva por título el nombre de un condenado, viene acompañado del delito cometido por él y por la última declaración dada en el lecho de muerte: una Cámara de Gesell, en la que el preso es exhibido hasta que pierde el aliento.
“Texas I love you” se convierte entonces en un testimonio, en la voz de 44 personas que ahora no solo son conocidas por un delito, un número o un archivo, sino por ser poesía y verso libre, es un poemario que cambia el recuerdo, si es que existe, de 44 personas latinas que murieron fuera de su patria, ejecutadas mientras perseguían un sueño.