Tina Rodríguez
A pesar de que la equidad de género se ha vuelto según esto, pregonar de gobiernos hechos, en la práctica eso no pasa, y el juego se registra hasta el límite de los legislativos, pues actualmente de los 32 estados solo una mujer es gobernadora: Claudia Pavlovich, en Sonora, que no alcanza a justificar que en este país hay en realidad paridad.
Lo que hay es dar la mitad de los espacios en el congreso federal, en los locales y en las alcaldías y no siempre en los que pueden ganar.
La iniciativa de paridad de género la venían trabajando los partidos desde antes del 2015, que fue el año en que se aplicó, pero antes ya existía que el 40 por ciento de las candidaturas fuera para un género, cuya fórmula podía ser mixta, lo que permitió la generación de “Juanitas”, es decir que la titular presentara licencia y subiera su suplente, sí, un hombre.
La verdad es que se continúa desestimando a las mujeres para los gobiernos estatales, esto de acuerdo con las nominaciones que hay hasta el momento de todos los partidos que participan en las nueve entidades en las que se renovarán los gobiernos estatales.
La Ciudad de México, Puebla y Chiapas, son de esas entidades, aunque se habla de Tabasco, aun en duda, lo que daría la posibilidad de cuatro mujeres para posibles candidaturas entre nueve entidades.
En la capital del país, ya están Claudia Sheinbaum Pardo, postulada por Morena y Alejandra Barrales Magdaleno, por la alianza conformada por PAN, PRD y MC. Para Puebla Martha Erika Alonso, por el PAN y PRD, y en Chiapas María Elena Orantes, quien mañana se registra como precandidata de su partido, el MC, y por Tabasco, Georgina Trujillo Zentella, diputada federal priista.
Hasta ahí la gran apertura de equidad de género de que hablan los partidos y los gobernantes, y pues la verdad es que en los estados continúa existiendo un marcado machismo, y cuando son candidatas es para estados en dónde sus partidos no son gobierno y sus posibilidades son bastante reducidas de acuerdo con la estadística, las que, como en Sonora, a veces dan sorpresas pues en esa entidad el PAN era gobierno con Guillermo Padrés, hoy bajo proceso.
Ya ni hablemos de la presidencia y el cómo, la estructura de su partido y hasta el presidente mismo, intervino para detener las aspiraciones de Ivonne Aracely Ortega Pacheco, quien ganó los comicios como alcalde de Mérida, diputada federal, senadora y gobernadora en Yucatán, y ni aun con eso mereció la oportunidad y la cúpula del tricolor prefirió a José Antonio Meade, un externo.
¿Se han puesto a pensar cómo le iría al PRI con “la Ortega” en precampaña?
No, ni la recuerdan. Así es esto de la paridad de género en este país.