Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez; único en América Latina

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Ciudad de México l Una importante colección de lo mejor del arte, ese que no representa objetos de la realidad, pero sí de nuevas formas, que pertenece a la segunda mitad del siglo XX, alberga el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, un recinto emblemático único en su tipo en América Latina.
El sitio cultural cuenta con 14 salas, la obra que alberga contempla cerca de mil piezas aproximadamente entre creaciones pictóricas y escultóricas, que representan toda una época, bajo la autoría de 180 artistas, en su mayoría mexicanos, aunque también hay presencia de algunos internacionales.
Dicho museo, está dedicado a Felguérez, pionero de esta corriente artística, oriundo de Valparaíso, Zacatecas, y reconocido a nivel mundial por su propuesta, quien donó un importante acervo antológico para que fuera parte de la exhibición permanente.
Hasta la fecha, el artífice, también miembro de la “generación de la ruptura” ha realizado más de 400 exposiciones tanto individuales como colectivas, sus creaciones también se muestran en importantes sitios museísticos en 11 países de Europa, América y Asia.
“Aquí es donde se exhibe lo mejor del arte abstracto” resaltó en entrevista Víctor Hugo Becerra Fermat, director de la galería. Hasta el momento, el museo ha contribuido a aumentar la oferta cultural del estado y mostrar las tendencias dentro de la línea del arte contemporáneo.
El inmueble que aloja tan importante obra, data de finales del siglo XIX, que se construyó para albergar el seminario conciliar de la Purísima de Zacatecas, operó bajo este contexto hasta 1914, justo en la famosa Toma de Zacatecas, en donde los revolucionarios hicieron uso del espacio y los seminaristas tuvieron que salir.
Posteriormente fungió como cuartel y vecindario, luego quedó abandonado; fue hasta 1964, cuando se inician los trabajos para rescatarlo, después se convirtió en la penitenciaria del estado, la cárcel de hombres y mujeres.
Para 1987, el gobierno en curso decidió reubicar el penal, debido a la sobre población y malas condiciones en las que vivían los reos, entonces se comenzó a construir un centro penitenciario nuevo y se iniciaron las gestiones para crear el que actualmente existe, el Cereso.
En esta historia de interés de las administraciones gubernamentales por dejar su sello con un centro cultural emblemático, a finales del periodo de Arturo Romo, coincide que ya estaba construido el Cereso, el inmueble ya estaba libre y se le ofreció a Manuel Felguérez para crear un museo, -en un principio el pintor dijo que sería difícil porque no tenía una colección tan grande-.
Empezaron las negociaciones, y fue hasta el cuatro de septiembre de 1998, cuando se inauguró únicamente con acervo de Felguérez, aunque daba la impresión de que era un museo de autor, Felguérez nunca pensó así, por lo que él y su esposa apoyaron al enriquecimiento del lugar.
Se pretendía que una parte de la propiedad fungiera como oficinas del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, pero en 1999 se llevó una colección de obra de diferentes artistas que inauguró Ricardo Monreal, quien en ese entonces gobernaba, ahí anunció que todo el edificio se destinaba al museo y comenzó la rehabilitación del área.
Inició un proceso de readecuación, el museo creció, y fue para 2001 que se reinauguró como actualmente lo conocemos.

Murales de Osaka, uno de los mayores logros
Por la voluntad de muchos artistas y por el trabajo de Felguérez y su esposa, se amplió la colección; los murales a gran formato de Osaka, son uno de los mayores logros del recinto, dicha obra se había hecho de manera especial para representar a México en la Feria Mundial de Osaka, Japón. (Fuente: El Sol de México)

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