Tenejapa, Chis. Con una misa en una comunidad indígena de este municipio tzeltal y con la presencia de obispos y sacerdotes de 18 países, fue celebrado hoy el primer aniversario de la llegada del Papa a la diócesis de San Cristóbal.
En medio de ritos y tradiciones, la celebración tuvo lugar en la comunidad de Pocolumn, donde se concentraron cientos de católicos de varios municipios de la región.
“Gracias por permitirnos estar con ustedes para celebrar el primer aniversario de la venida de Papa Francisco a nuestra diócesis para estar principalmente con las poblaciones originarias”, dijo a los asistentes el obispo Felipe Arizmendi Esquivel.
“El espíritu santo nos ha reunido hoy aquí y trajo al Papa Francisco hace un año (…) la Iglesia está con ustedes y muchas veces como decía el Papa hay mucha opresión, desprecios, marginación, pero para dios no”, manifestó.
Agregó: “El Papa citó una frase del Popul Vuh, libro sagrado de los mayas y decía que había mucha oscuridad y tinieblas pero las tribus se reunieron y recibieron la luz y decía que esa luz es Jesús. En la vida hay oscuridad, problemas enfermedades, pero Jesús es nuestra luz. Hay luz en la vida no todo está perdido”.
Exhortó a las y los jóvenes a “no dejarse engañar por muchas cosas que son oscuridad, barrancos. El Papa les decía jóvenes hace un año que no se olviden de las buenas tradiciones de sus papás, de sus raíces porque ahora algunos ya no quieren hablar tzetal o tzotzil, sino inglés y se olvidan y eso es quitarse la raíz; un árbol sin raíz se seca, se muere”.
Los 11 obispos y sacerdotes de otros países que acudieron, así como Arizmendi Esquivel, fueron recibidos a la entrada de la comunidad con la colocación de collares de flores con cacahuates y con el sonido del caracol, “símbolo de que se abren los oídos, despierta el pueblo y se le invita a entrar juntos con la belleza de su cultura”, según explicó uno de los ancianos.
Ya durante la homilía, el obispo de San Cristóbal recordó que hace un año, el Papa Francisco dijo que “una de las creaturas más oprimidas es nuestra sufrida madre tierra y nos decía que la cuidemos, pues no podemos seguirla explotando, destruyendo, acabando y contaminando porque en eso se juega la vida, el presente y el futuro de la humanidad”. Por ello, expresó que “hay que tener muy en cuenta la pastoral de la madre tierra”.
A la celebración asistieron obispos y sacerdotes de Cuba, Puerto Rico, Brasil, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala, México, que desde el lunes pasado están reunidos en San Cristóbal para participar en el Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Comisiones Episcopales de Liturgia: La Inculturación de la Liturgia, organizado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y se realiza en el marco del primer aniversario de la llegada del Papa Francisco a San Cristóbal y a Tuxtla Gutiérrez.