Bruselas l Las duras críticas del presidente electo de Estados Unidos contra la Unión Europea y la OTAN irrumpieron este lunes en una reunión de cancilleres europeos en Bruselas, quienes apelaron a la “unidad” de los 28 y a esperar a que Donald Trump asuma su cargo el viernes.
Los europeos “tenemos nuestro destino en nuestras propias manos” dijo este lunes la canciller alemana Angela Merkel en respuesta a las críticas del presidente electo estadunidense Donald Trump.
“Pienso que los europeos tenemos nuestro destino en nuestras propias manos. Voy a continuar comprometiéndome para que los 27 Estados miembros trabajen juntos mirando al futuro”, declaró al ser interrogada sobre el respaldo de Trump a la salida del Reino Unido del bloque y su especulación de que otros países seguirán el mismo camino.
“La mejor respuesta a la entrevista del presidente estadunidense es la unidad de los europeos”, dijo el ministro francés, Jean-Marc Ayrault, a su llegada a esta reunión consagrada inicialmente a la situación en Siria y Oriente Medio en general.
Las declaraciones de Trump, quien aseguró a los diarios The Times y Bild que “otros países dejarán” la UE tras Reino Unido, generaron “agitación”, en palabras del ministro alemán Frank-Walter Steinmeier, máxime cuando el bloque se prepara para una negociación presumible muy dura con Londres.
El próximo presidente estadunidense pronosticó que el Brexit será todo un “éxito” y anunció que se reunirá “muy rápidamente” con la primera ministra británica Theresa May, quien, según la prensa británica, abogará hoy martes por un divorcio “duro” con la UE en un esperado discurso.
El impacto en Europa de las palabras de Trump pasó también por un llamado de Alemania a tener “confianza” y a no caer “en una profunda depresión”, mientras que otros responsables, como el canciller español Alfonso Dastis o el belga Didier Reynders, optaban por esperar a ver qué hace Trump cuando entre en la Casa Blanca.
‘Preocupación’ en la OTAN
La inquietud de los europeos, que en los últimos años sufrieron una serie de atentados yihadistas en su suelo y la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial, es todavía mayor, al ser la OTAN otro de los blancos de las críticas del magnate.
Donald Trump, quien ya cuestionó durante la campaña electoral el apoyo estadunidense a sus socios transatlánticos, calificó de “obsoleta” la Alianza Atlántica de la que forman parte 22 de los 28 países del bloque europeo, a los que reprochó no pagar “lo que deberían”.
Sólo cinco de los 28 países de la OTAN (Estados Unidos, Reino Unido, Estonia, Grecia y Polonia) destinan al menos el 2% de su PIB a gasto militar, como plantea la Alianza Atlántica.
Aunque el jefe de la diplomacia alemana aseguró que las declaraciones de Trump fueron acogidas “con preocupación”, tras reunirse con el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, este último reiteró su confianza en que Washington respetará sus compromisos en la organización.
Stoltenberg “confía absolutamente en que la nueva administración estadunidense continuará comprometida con la OTAN”, declaró su portavoz Oana Lugescu, subrayando las “ganas” del secretario general de trabajar “con el presidente electo” y “su equipo de seguridad”.
Consecuencias de ‘gran alcance’
Las líneas de política exterior esbozadas por Trump también apuntaban a dos puntos de la línea de flotación de la diplomacia europea: las sanciones contra la Rusia del presidente Vladimir Putin y el acuerdo con Teherán sobre su programa nuclear.
El próximo mandatario estadunidense, que mantiene una aparente cercanía con Putin, aludió a la posibilidad de un acuerdo de reducción de armas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia por su papel en el conflicto en Ucrania.
Respecto al acuerdo con Irán, Trump no ha precisado hasta ahora qué piensa hacer, pese a que durante la campaña electoral prometió romperlo. El futuro secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson abogó por una “revisión completa” del pacto.
“La UE continuará trabajando por el respeto y la implementación de este acuerdo extremadamente importante, sobre todo para nuestra seguridad”, respondió la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, destacando avances en su aplicación iniciada hace justo un año.
En virtud del acuerdo cerrado entre Teherán y las grandes potencias del 5+1 (EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania), la comunidad internacional se comprometía a levantar las sanciones contra Irán a cambio de un control de sus actividades nucleares.
“Sería una lástima que Estados Unidos, como la mayor democracia del mundo (…), actúe de manera destructiva”, apuntó el canciller luxemburgués, Jean Asselborn, quien advirtió que, “si se destruye la política exterior, las consecuencias serán de un gran alcance”. (Fuente: La Jornada)