ECOLOGIA

Programas de reforestación han fracasado: investigadores

Ciudad de México l Los programas de reforestación impulsados durante décadas por distintas administraciones han fracasado, pues la supervivencia de los arbolitos no rebasa ni el 40 por ciento, además anualmente 300 mil hectáreas forestales cambian de uso de suelo, asentaron investigadores del Área de Ciencias Forestales de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) al dar a conocer el programa de parcelas en manejo de recursos naturales para el eco desarrollo de comunidades, municipios, estados y ciudades.
Los investigadores de la UACh Isidro Villegas Romero, Guillermo Carrillo Espinoza y Jesús Manuel Cabrera Delgado explicaron que dicho programa tiene como objetivo conservar el agua, el suelo y la vegetación, sus acciones pueden convertirse en política pública y extenderse, de inmediato, a Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán donde se reportan grandes extensiones deforestadas; también puede aplicarse en las delegaciones rurales y zonas de ladera de la Ciudad de México para reforzar el suelo y evitar deslaves.
Agregaron que el programa contempla la creación de parcelas agroforestales, en las que se combina la agricultura, la acuicultura y la actividad forestal para ofrecer una alternativa económica de sobrevivencia, reducir los efectos del cambio climático, evitar la tala y arraigar a los habitantes a sus comunidades.
Esta acción es necesaria para beneficio de los más de cinco millones de personas en zonas forestales que recurren a la renta de sus tierras o a la tala de árboles para sobrevivir.
Apuntaron que de acuerdo a la Comisión Nacional Forestal hasta el 2014, existían 50 mil hectáreas de terreno forestal que requieren alguna actividad de restauración pero además existen 18.2 millones de hectáreas que son prioritarias y que demandan atención por el nivel de deforestación.
Comentaron que en el municipio de Texcoco se reportan 23 mil hectáreas de uso forestal de las cuales se reconocen 17 mil hectáreas degradadas por lo que ahí ya se inició la reforestación con especies netamente forestales y frutales en favor de 17 comunidades rurales para que cuenten con un interés económico que los motive a recuperar la cultura vegetal arbórea.
En dicha región del estado de México, se sembraron tres especies de pinos, encinos y cedro blanco, propias de la región, así como árboles frutales, entre ellos la manzana, el durazno, el tejocote y el capulín, y que son lo más recomendables para zonas con cambio de uso de suelo de forma anárquica, severa y desordenada.
Los beneficios de estos proyectos enfocados a un servicio ambiental se reflejan de cinco a siete años y se garantiza una sobrevivencia de 80 a 90 por ciento de las especies forestales, acotaron. (Fuente: La Jornada)

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