Yolanda Pardo
La clásica frase de la mayoría de las mujeres “no tengo que ponerme” puede estar llegando a su fin, si toman conciencia de que la mayoría de las prendas que tienen en su guardarropa o está pasada de moda, o no les queda o ni siquiera saben que las tienen por tanta cantidad que se esconde entre una y otra, porque realmente ya ni cabe en el armario.
Cuánto dinero nos gastamos en prendas de vestir que luego no nos gustan, no las usamos y hasta olvidadas cuelgan de los ganchos aún con las etiquetas de la tienda en donde fueron adquiridas y eso realmente es un desperdicio ahora que los actuales tiempos dictan ahorro y austeridad en gastos.
Cuando viajamos nos damos cuenta que todo lo que necesitamos en semanas, cabe en una maleta o en un diminuto closet de hotel, lo que nos facilita seleccionar el vestuario del día rápidamente y sin complicaciones.
Algunas mujeres solucionan el exceso de vestuario sustituyéndolo poco a poco por prendas en blanco y negro, una combinación siempre elegante y adaptable para cada ocasión sólo con accesorios de colores brillantes o no, y así están seguras de no “meter la pata” en cuanto a moda, como la clásica vestimenta de la afamada diseñadora Carolina Herrera, una blusa blanca, generalmente camisera y un pantalón o falda negra, que dicho sea de paso, son las prendas básicas por excelencia.
A la larga este binomio, puede resultar aburrido y es el pero que le ponen sobre todo las latinas quienes se inclinan más por colores vivos y brillantes, pero también hay solución.
Los expertos en moda e imagen recomiendan 12 prendas básicas, que incluyen las ya mencionadas y a las que agregan una gabardina, un par de vestidos, sin faltar el negro clásico, unos jeans, pantalones de colores neutros y otras tantas blusas con estampados o monocromáticas, y dos sacos que combinen. A este guardarropa se puede ir agregando una o dos prendas de súper moda en primavera y en invierno.
Pero lo trascendente de un vestuario básico, actualmente llamado guardarropa cápsula, y lo más curioso, es que cada vez, las personas adineradas y exitosas de todo el mundo, se están inclinando por él, ya que sus ventajas son muchas, entre ellas, que no tienen que preocuparse por decisiones tan simples como elegir las prendas que usarán y enfocarse en cosas más importantes en su ámbito laboral.
Otras ventajas de este estilo de “outfit” son: se emplea menos tiempo en elegir la ropa y habrá más espacio y menos caos en el closet, ya que todo lo que está ahí es fácilmente localizable.
Además que se experimenta menos estrés y gasto de energía, al tener la confianza de que se estará siempre bien vestido o vestida, porque se tienen menos cosas pero de mejor calidad. Opciones más reducidas pero mayor seguridad de que cada prenda es perfecta.
Finalmente, la escritora Alice Gregory de Nueva York afirma que usar lo mismo todos los días, es una forma fácil y económica de sentirse famosa, el mismo traje refleja madurez, estabilidad y valores.
Ahorramos y estaremos a la moda sin complicaciones con un sello muy personal, optando por el guardarropa básico o cápsula que los millonarios y exitosos han empezado a usar. Es una buena decisión emularlos en este sentido y tal vez, algún día, sin sentirlo, seremos uno de ellos. Así que a empezar desechando del clóset todo lo que no nos hemos puesto en años, lo que ya no nos queda o simplemente lo que ya no nos gusta, para donarlo a instituciones y al mismo tiempo, ayudamos a otras personas que si lo necesitan.
Una muy buena idea. ¿Se animan?