Ni más ni menos
Candelaria Rodríguez Sosa
La ley 3 de 3 y la protección al lavado de dinero
Y habrá tanto policías o quienes saldrán en auxilio
Puedo no conocer mucho del tema, pero la excelente obra de la periodista Anabel Hernández en sus libros “los señores del narco” y con los resultados de ayer del senado de la república que finalmente aprobó el veto del presidente Enrique Peña Nieto al artículo 32 de la Ley General de Responsabilidades, solo me queda interpretar lo que en la conclusión del libro que hace un recorrido de la historia del narcotráfico en el país, el futuro es incierto, tan solo por que la corrupción se arraiga.
El proyecto contra la corrupción a través de la presentación de los bienes que tiene el funcionariado y empresarios, donde votaron miles de mexicanos/as para dejar atrás la “narcogracia”, quedo en el vació luego del acuerdo al veto presidencial que dejo fuera a los señores de cuello blanco. La ley, “exime de la obligación a los empresarios a presentar sus declaraciones patrimoniales y de ingresos” de acuerdo a la votación con 80 votos a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones.
El recorrido que hace Anabel Hernández, donde su centro es la historia de Joaquín Achivaldo Guzmán Loera o Joaquín el Chapo Guzmán, como líder del Cártel de Sinaloa, considerado uno de los narcotraficantes más importantes para Estados Unidos y México, pone al descubierto la trama de complicidades de las autoridades gubernamentales de todos los niveles, todos, incluidos a los señores de cuello blanco, traducidas como aquellas personas que presentan servicios en la Iniciativa Privada.
La ley General de Responsabilidades Administrativas establece que los particulares que participen en contrataciones, expongan en los formatos aprobados los vínculos o relaciones de negociaciones personales o familiares, así como de posibles conflictos de intereses, bajo el principio de la máxima publicidad y transparencia, artículo 44, es decir, el veto presidencial impide la rendición de cuentas de particulares.
Aunque la discusión se explicó más de lo mismo, es decir, lo que ya se sabe, la rendición de cuentas implica conocer la declaración de las fortunas y de aquellos servidores/as públicos negocian contratos y concesiones, lo que recrudece la corrupción entre gobernantes.
En la discusión ayer en la cámara alta, no falto quien sostuviera que el Presidente Peña, quien hoy tiene su nivel mas bajo de desaprobación como como Presidente de México, les enmendó la plana a las y los legisladores, porque además del sometimiento al presidente también tiene cuentas con el narcotráfico.
Lo anterior aquí expuesto tiene sentido por lo siguiente, basado en los comentarios de Edgardo Buscaglia, asesor de la ONU en materia de crimen organizado, asentado en el libro “los señores del narco” que consigna la autora, y que sostiene que el gobierno de México, mantiene como intocable a los señores del narcotráfico, es decir, a los grandes empresarios vinculados con ese negocio ilícito y criminal.
Buscaglia sostiene: “No se está haciendo lo principal: atacar el motivo fundamental por el que existen los grupos criminales organizados, que es el de expandir su patrimonio derivado de actividades ilícitas, para de alguna manera poder dedicarse a una dolce vita. El objetivo de esos grupos criminales es legalizar sus patrimonios, incorporarlos a la economía legal y pagar impuestos… México se ha convertido en un paraíso patrimonial para grupos de delincuentes internacionales, acá podemos ver a criminales chinos, japonés, ucranianos o rusos que compran propiedades inmobiliarias y generan retornos económicos a través de inversiones en determinados sectores de la economía, como en la construcción, los fideicomisos o los químicos. Todo eso, asegura, el gobierno federal no los ha tocado y agrega “me refiero a que en México la probabilidad de que un grupo criminal sea identificado –lavando dinero y patrimonios, investigado y procesado, es menos de uno por ciento.
Los últimos años la impunidad de los empresarios coludidos con narcotraficantes ha convertido a México en un paraíso no solo del crimen organizado nacional sino también internacional, y puntualiza en su intervención en el libro: México se ha transformado en un país muy atractivo para que los grupos criminales operen y laven su patrimonio, Obvio, los empresarios legales, son parte beneficiarios de ese patrimonio, que los ha favorecido durante décadas.
Entiendo que la ley 3 de 3 anticorrupción quedo corta, y veo claro que la impunidad se arraiga en México.
Dos libros han aportado al desarrollo de mi vida profesional y personal, “El poder de Ahora” de Eckhart Tolle, y “los señores del Narco” de la extraordinaria periodista Anabel Hernández.