INTERNACIONAL

OTAN y UE hacen a un lado diferencias y aumentan cooperación

Bruselas l Las dos entidades tienen sus sedes en la capital de Bélgica y profesan los mismos valores y los mismos objetivos, pero hasta hace poco la OTAN -una alianza militar- y la Unión Europa -un bloque económico- se manejaban como vecinos recelosos, sin mucho que decirse.
Esto a pesar de que 22 democracias occidentales prósperas con más de 450 millones de habitantes pertenecen a ambas organizaciones y han estado tratando de preservar el orden surgido después de la Segunda Guerra Mundial en Europa occidental.
Las cosas, no obstante, están cambiando y se viene una era de cooperación, motivada mayormente por el creciente poderío militar de Rusia y la firmeza de su política exterior, la amenaza del extremismo islámico y la crisis generada por la ola migratoria que está afrontando Europa.
Algunos en la UE veían a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) como un caballo de Troya usado por Estados Unidos para mantener su hegemonía sobre Europa. En la OTAN, mientras tanto, más de uno consideraba a la UE, que no tiene responsabilidades militares, como una potencial competencia.
“Son dos instituciones de Bruselas, separadas por un par de kilómetros, entre las que no debería haber un distanciamiento institucional como el que hemos visto en el pasado”, declaró el embajador estadunidense ante la OTAN Douglas Lute hace poco.
Cuando el presidente estadunidense Barack Obama y los líderes de la OTAN se reúnan en Varsovia el mes que viene, se espera que las dos agrupaciones acuerden una cooperación a varios niveles, incluida la lucha contra las nuevas amenazas al bienestar de sus ciudadanos y la forma en que se puede ayudar a mejorar las instituciones militares y policiales en estados frágiles como Libia e Irak.
“Necesitamos llevar nuestra cooperación a un nivel superior y en eso estamos trabajando”, dijo el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg al recibir el mes pasado a la directora de política exterior de la UE Federica Mogherini.
Mogherini, ex ministra de relaciones exteriores de Italia, declaró que el calendario del verano boreal (tercer trimestre del año) ofrece una “excelente sinergia” para promover una mejor relación laboral entre las dos organizaciones.
En la semana previa a la cumbre de los 28 líderes de la OTAN del 8 y 9 de julio en Bruselas, Mogherini debe presentar un borrador de la primera revisión que se hace en 13 años a la estrategia de seguridad del bloque.
Se espera que el nuevo documento aborde una serie de asuntos que han cambiado radicalmente el panorama estratégico. Rusia asoma como un vecino cada vez más conflictivo y los extremistas de la organización Estado Islámico pueden aprovechar los bastiones que han establecido en el Medio Oriente para lanzar ataques sangrientos contra capitales europeas, incluida la propia Bruselas.
Mogherini pronostica una cooperación cada vez más fuerte entre la UE, Estados Unidos y la OTAN.
La alianza militar y la UE ya llegaron este año a acuerdos sobre el rápido intercambio de información relacionada con ciberataques y sobre el despliegue de barcos de guerra de la alianza en el mar Egeo para ayudar a contener el tránsito de migrantes desde Turquía a Grecia.
“Hemos alcanzado más acuerdos en los últimos tres meses que en los 13 años previos”, declaró Stoltenberg el mes pasado. “Y podemos y debemos hacer más todavía.”
Expertos civiles y militares de la OTAN están viendo cómo aprovechar las enseñanzas obtenidas en el Egeo para apoyar la Operación Sofía, que tiene por fin frenar la llegada ilegal de personas a través del Mediterráneo.
También se trabaja en la elaboración de manuales que faciliten la coordinación de una respuesta a las amenazas híbridas, como se denomina al uso de tácticas no convencionales y de instrumentos militares para conseguir objetivos estratégicos.
“Nos concentramos en la compartición de información, la preparación civil y las comunicaciones cibernéticas y estratégicas”, dijo la portavoz de la OTAN Oana Lungescu. “La idea de los manuales es identificar quién hace qué si nuestras naciones y organizaciones son blanco de un ataque híbrido”.
Un tema particularmente inquietante para la OTAN y la UE es la capacidad rusa de movilizar recursos no militares y anti convencionales, incluidas las redes sociales y la prensa, así como recursos económicos y energéticos y organizaciones civiles, todos los cuales se pusieron en evidencia en la topa de Crimea en el 2014.
“Están descubriendo que la OTAN tiene ciertas capacidades y la UE otras, sobre todo en el campo civil, y que las dos organizaciones se complementan muy bien si trabajan juntas”, afirmó Heather Conley, ex subsecretaria de estado de Estados Unidos.
La experta, quien es directora del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, dijo que en ambas entidades “se ha impuesto el pragmatismo”. Pero al mismo tiempo advirtió que “va a tomar un cierto tiempo el que estas dos organizaciones fijen un modus operandi para el futuro”.

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