Ciudad de México l “Creo que es un deber decir ‘la neta’, el teatro es un arte colectivo y esta medalla la comparto con todos los directores y actores que me han aguantado”, expresó emocionado el escenógrafo Alejandro Luna, al recibir la Medalla Bellas Artes por sus aportaciones al arte escénico.
Durante una ceremonia en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el destacado escenógrafo mexicano comentó también que a lo largo de muchos años, algunas generaciones de técnicos han puesto la luz; así como los que construyen, los que pintan, los que hacen utilería, sin lo cual no habría teatro.
“En nombre de todos recibo esta medalla”, expresó el homenajeado, en medio de fuertes aplausos de amigos y familiares que se dieron cita en el recinto.
María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, quien le entregó la presea al maestro Luna recordó que la experiencia teatral es el milagro de la comunicación entre el creador y el espectador que despierta emociones juntas.
El teatro, abundó, brinda la posibilidad de ver reflejado el mundo de observar y reconocer en él y es en esta disciplina donde Alejandro Luna ha encontrado su vocación de hacedor sorprendente para hacernos vivir y grabar en nuestra memoria, la experiencia teatral.
La titular del INBA citó a Hugo Hiriart al decir que “Alejandro es un monstruo, un prodigio inexplicable en el teatro” y para ella, aseguró, “es un privilegio estar aquí, esta noche, para reconocer a este asombroso creador escénico, su generosidad, su pasión y su rigor extraordinario.
Así como su aportación al teatro contemporáneo, su maestría en el manejo de la luz y el espacio, la complicidad artística lograda con los directores con los que ha trabajado y con los múltiples escenógrafos e iluminadores que han abrevado de sus enseñanzas, “nos hablan de este artista insustituible”.
Alejandro Luna ha ampliado y modernizado las posibilidades del teatro mexicano, “querido Alejandro tu obra es un arte vivo y abierto a jugar con todos los elementos que hacen vibrar un escenario, tu trabajo es un sello imborrable en la historia del teatro de México”, concluyó la funcionaria.
En el acto, el director y dramaturgo Alberto Villarreal felicitó a Alejandro Luna y le dio las gracias como maestro, compañero y sobre todo por “habernos dado ese derivado director de la admiración que es la inspiración para poder hacer cosas.
“Para mí, es un verdadero honor estar aquí y poder felicitarlo de parte de todo el gremio”, aseguró el director escénico.
Los escenógrafos mexicanos, agregó Villarreal, ocupan un papel importante en el teatro que se ha reconocido a nivel internacional y que se habla de una gran escuela y de una enorme complejidad del discurso y pensamiento que, sin duda, no podría entenderse si no fuera por Alejandro.
A la ceremonia asistieron María y Diego Luna, hijos del maestro Luna, la crítica de teatro Luz Emilia Aguilar Zínser y Juan Meliá, coordinador nacional de Teatro del INBA.
También se proyectó un video sobre la trayectoria del escenógrafo Alejandro Luna, en el cual se mencionaron algunas obras importantes en las que ha participado, así como un resumen de premios nacionales e internacionales que ha ganado.
Además, el testimonio de amigos como el director Luis de Tavira, el dramaturgo y director David Olguín, así como el escenógrafo Jesús Hernández, quienes destacaron el trabajo del galardonado.
Alejandro Luna es originario de la Ciudad de México (1939). Arquitecto por la UNAM y escenógrafo e iluminador teatral por vocación, estudió también arte dramático con Enrique Ruelas y Fernando Wagner y escenografía con Antonio López Mancera y Justino Fernández.
Luego se especializó en la Universidad de Harvard. Su trabajo lo ha llevado a convertirse en punto de referencia para entender el desarrollo del espacio escénico y el teatro mexicano en su totalidad.