Ni más ni menos
Candelaria Rodríguez Sosa
Hasta siempre David Franco Avila
Ufff que difícil decirte “Hasta luego” de saberte tan cerca y a la vez tan lejos. Llegan a mi tantas reseñas, de seguro las que pasaron por ti antes de terminar tu misión en este plano. Te recuerdo con cariño. Me duele tu partida. Y como todos los seres humanos me pregunto la absurdez de siempre, ¿cuando fue que nos alejamos?, ¿cuando nos dejamos de ver?
David Franco Avila, te adelantaste. Recordaremos tus correcciones de estilo, que de manera profesional sabias hacer. Descansa compañero que agradecidos por tu enseñanzas el Periódico Excelsior y el Observador de la Frontera Sur, dejaste grandes legados y hermosos recuerdos que están en las mentes de quienes te conocimos. Lo mismo tus compañeros y compañeras del entonces Instituto de Comunicación Social del Gobierno del Estado, desde donde de manera sigilosa hiciste por muchos años, el balance de la prensa, su manejo. Análisis diario que hacías sobre las informaciones de los diarios estatales que bien conocías. Te llevas ese análisis positivo, negativo y/o neutro de las publicaciones de los medios escritos de donde construías una opinión del quehacer atinado o equivocado de los gobernantes.
Estuviste como muchas personas maravillosas, que con amplios conocimientos, en cuatro paredes, en un pequeño espacios llenos de libros, y plumas, para analizar todos los días los medios.
No se bien cuando dejaste esas oficinas, ni siquiera sabia que estabas enfermo, como no sé mucho de tus últimos andares, solo se que hace una horas de esta tarde de lunes 12 de enero, me entere que te habías adelantado y que nos deja un hondo pesar, porque como yo, muchos de tus conocidos nos sentimos con culpa, por no estar con las amistadas que decimos que amamos.
Hoy es uno de esos días lleno de reflexión. A ti. en donde te encuentres y se que en un excelente lugar, lleno de paz, amor y en el infinito lleno de luz, irradiaras y alumbraras el camino para los que nos quedamos en lo que la humanidad debiera verlo como el paraíso, aunque no se parece, pero aquí seguimos, y que al igual que tu, en algún tiempo, seguimos con los sueños de hacer el periodismo que soñamos, justo, democrático. Hasta aquí, empujamos desde nuestras trincheras por buscar la justicia a través del análisis, para que los gobernantes corrigieran el rumbo, que aun sigue incierto, no cejan, se resisten a leer lo que la sociedad habida de justicia clama y reclama a cada instante.
Así que mi estimado, descansa en paz, ya en el reino de los sueños eternos, tu energía vibrante nos contagia este tiempo, donde disfrutaste siempre tu aquí y ahora y en el solo por hoy.
A tu seres amados/as deseamos encontrar la paz en el hermoso recuerdo y legado que le dejas. Te recordamos con cariño los integrantes del Diario el Observador de la Frontera Sur, el que también inauguraste en su creación en 1986, hay foto que están tatuadas en nuestras vidas.
Hasta siempre David. Hasta la luego compañero.