Tina Rodríguez
Salvo sus muy pocas excepciones, en la mayoría de los municipios hay severos problemas de solvencia para cubrir los requerimientos inmediatos, y ya ni se diga los aguinaldos, sobre todo en los más poblados como Comitán, en dónde ayer se escenificó una seria inconformidad porque éste debió pagarse antes del 20 de éste mes.
El punto es que hace tres años, recién ingresado el presente gobierno, pasó lo mismo ante las arcas vacías que fue incluso motivo de mensajes del mandatario Manuel Velasco, dejando en claro que no habían recursos y que se habían dejado deudas severas para el erario municipal pero, no pasó a más.
Muy pocos fueron los alcaldes requeridos por la justicia, y a éstas fechas, en algunos ayuntamientos no encuentran cómo solventar los compromisos y adeudos del municipio, en especial con proveedores y la CFE, esa amenazante compañía de “clase mundial” cuya óptica social es nula.
No han sido pocas las expresiones que señalan el por qué no se llama a cuentas a un buen de alcaldes, incluyendo a los de los ex de Tuxtla, San Cristóbal y Tapachula, además de Comitán, Palenque y Pichucalco, y lo más extraño es que luego de que al entrar los nuevos munícipes se quejaron, no tuvieron otra que culminar la entrega recepción con la toma de posesión, aun la tremenda situación financiera que sabían tendrían éstos primeros meses, y aun con eso se mantienen en completo silencio.
¿Esa fue la instrucción? ¡Porqué pasa en todos! Aun en los que se quejaron entrando de cómo le dejaron las arcas, relucientes de limpias.
Lo peor para estos alcaldes en problemas económicos, es que es a ellos a los que señalan los trabajadores, como responsables directos de la falta de pagos, y desde luego la obligada aplicación de los comentarios mordaces en las redes sociales de que “se están cobrando de una vez lo invertido en la campaña”.
Por qué no se hablan claro tanto los alcaldes como el órgano de fiscalización, ante esta situación nada buena para la administración pública municipal, cuya situación crediticia también ya está limitada porque los proveedores quieren que liquiden los adeudos de la administración anterior.
La verdad parece una encerrona.
Al Son que me toquen….
Leo que en Tabasco, tampoco pagan aguinaldos a mentores de contrato o de interinato, como tampoco liberaron los recursos para el ciclo de maíz en la zona de Zongólica en Veracruz –de las más pobres-, y que no hubo bono sexenal en Guerrero ante el cambio de gobierno.
Tabasco es una administración presidida por Arturo Núñez que va a la mitad de su administración –como acá-, y que merma imagen en vez de ir en pleno apogeo; en Veracruz pues Javier Duarte de Ochoa va de salida y eso es lo que tiene en vilo a sus proveedores, y en Guerrero Héctor Astudillo acaba de entrar y en lo mismo: no le dejaron nada más que deudas.
¿Y por qué no se actúa en consecuencia?
