El generoso clima de Tlaxcala es ideal para visitarla cualquier día del año. Camina por la calle Mariano Sánchez y visita el Museo Vivo de Artes y Tradiciones Populares. Cruzando la calle, rumbo al centro de la ciudad, encontrarás la Plaza Juárez, el Palacio Legislativo y la Parroquia de San José, las cuales constituyen parte importante del centro histórico tlaxcalteca. Al salir del templo puede observarse la Plaza de Armas, justo en el corazón de la ciudad. Toma un paseo por su zona arbolada mientras contemplas varios de los principales edificios de la capital. El cuadro principal de la ciudad ofrece reminiscencias de la arquitectura colonial, ya que la arquitectura de Tlaxcala es clara muestra del importante lugar que jugó la ciudad durante la época de la Nueva España, lo cual queda de manifiesto en su extraordinario acervo arquitectónico de estilo barroco y churriguresco.
Justo en centro se encuentra la Plaza de la Constitución, donde veintiocho arcos conforman un majestuoso portal que te dará la bienvenida. En el costado norte de la plaza está erigido el Palacio de Gobierno donde podrás observar los coloridos murales del tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin, en los cuales se narra la historia del estado, desde la época prehispánica hasta nuestros días. En los murales del palacio de gobierno podrás aprender la historia y geografía tlaxcalteca. En ellos se muestra a sus guerreros, quienes lograron conservar su independencia frente a los mexicas, aunque tuvieran que carecer de sal y azúcar en su vida diaria. Estas majestuosas pinturas ilustran la llegada de los conquistadores españoles y los convenios de paz y ayuda militar que realizaron con los nativos, quienes deseaban defenderse de sus tradicionales enemigos. En la también llamada “Plaza de Armas” podrás encontrar algunos de los restaurantes y bares más tradicionales de la ciudad donde se acostumbra pasar la vida nocturna. En otro extremo se encuentra la parroquia de San José, construida entre los siglos XVII y XVIII; además del majestuoso Palacio de Justicia, que antiguamente era la Capilla Real, y que constituye la primera en construirse dentro del continente Americano. Justo al lado de la plaza de toros más antigua del país se encuentra el ex convento de San Francisco de Nuestra Señora de la Asunción, el cual revela su magnificencia arquitectónica desde el primer vistazo a su austera fachada que, sin embargo, en su interior resguarda un elaborado trabajo artesanal tallado en madera que predomina en su techo. Su fachada es de una sobriedad propia del renacimiento. En el interior se hallan un cielo mudéjar y una capilla con retablos y pinturas. En un extremo del atrio, se alza otra capilla abierta de estilo gótico. Si gustas de los estilos arquitectónicos, el teatro Xicohténcatl con su plafón con las figuras de nueve musas, además de su fachada e interiores en art noveau, deleitarán tu pupila.