Ciudad de México l Tesla, el fabricante de vehículos eléctricos de alta gama, ha dado un paso importante hacia el desarrollo de automóviles autónomos con la instalación, desde este jueves, de un nuevo software que permite, entre otras aplicaciones, cambiar de ruta o activar los frenos de forma automática.
Estamos siendo especialmente cautelosos en esta primera etapa, por lo que aconsejamos a los conductores mantener sus manos en el volante por si acaso, porque el ‘software’ todavía se está desarrollando», ha advertido el fundador y director ejecutivo de Tesla, Elon Musk. A largo plazo, la gente no tendrá que poner las manos en el volante y en ocasiones no habrá volantes o pedales, simplemente se le indicará el destino al automóvil y éste conducirá, predijo Musk a los periodistas.
Por ahora, el sistema, que Tesla ha bautizado Autopilot, tiene aplicaciones más modestas: combinado un GPS con un sistema de radares, captores con ultrasonido y cámaras, que la compañía instala en sus vehículos desde hace aproximadamente un año, puede mantener al automóvil en una calzada, o cambiar a otra. Mediante la simple presión de un botón, puede adaptar la velocidad, salirse de la ruta, o evitar una colisión.
Sin embargo, aún no reconoce el color de las luces de los semáforos, pero puede avisar al conductor de cuándo hay una plaza libre de estacionamiento, así como aparcar en paralelo.
El nuevo software versión 7.0 ha comenzado a ser instalado como actualización automática en Norteamérica en las berlinas (cuatro puertas laterales) Modelo S, de las que Tesla vendió 11.580 unidades en todo el mundo en el tercer trimestre.
A partir de la próxima semana se prevé la llegada a Europa y Asia, cuando se logren los permisos necesarios. «Los coches realmente sin conductor tardarán todavía algunos años», ha admitido Tesla en un mensaje en su web, en el que anunciaba la actualización del software, que compara con los sistemas de piloto automático de los aviones.
El programa también estará presente en el flamante SUV Model X, que la compañía lanzó al mercado hace pocas semanas, en volúmenes por ahora limitados.
Los dueños de los vehículos deben, de todas formas, desembolsar 2.500 dólares para activar el sistema de piloto automático, en el momento de la compra o más adelante.
El conductor, único responsable
Los vehículos autónomos son el nuevo objetivo de la industria. Entre los prototipos más exitosos presentados hasta ahora están el Google Car y un Mercedes futurista, que permite sentarse de espaldas a la carretera, presentado en enero por el grupo alemán Daimler en el salón de electrónica CES de Las Vegas.
De todas formas, las reglamentaciones actuales aún no permiten la circulación de coches totalmente autónomos, sin una persona detrás del volante. A la espera de que las legislaciones y los consumidores se adapten, poco a poco se van introduciendo nuevas tecnologías en los automóviles comerciales bajo la forma de reguladores de velocidad, sistemas de asistencia para aparcar, o de conducción en un embotellamiento, por ejemplo.
Elon Musk destacó el miércoles que Tesla se diferencia de las propuestas de los otros fabricantes porque hace funcionar el conjunto de su flota equipada como una red: cuando un automóvil aprende algo, todos los automóviles lo hacen. Imaginó así un sistema capaz de mejorar con el correr del tiempo gracias a un «aprendizaje automático.
Según Tesla, el Autopilot ha sido probado desde hace más de un año, y Musk asegura que funciona especialmente bien cuando la circulación es densa. Intentamos que el vehículo se comporte (…) como un muy buen conductor, ni demasiado cuidadoso en relación a los otros vehículos, ni demasiado agresivo, ha comentado. De todas formas, aclaró que se trata de una versión beta y ha llamado a los usuarios a utilizarla con prudencia. Si hay un accidente, el conductor del automóvil es el responsable, por lo que debe poder retomar el control en todo momento.