Con el acelerón de Zoé Robledo en busca de la grande en 2018, los que la quieran le tienen que seguir el paso.
Ya hemos visto que nadie respeta los tiempos electorales, y menos se preocupan por las multas.
Sin embargo al interior del PRD Robledo no la tiene tan libre, salvo Rutilio Escandón no se anime por la grande del estado, que muy seguramente lo hará.
Sin embargo en otros partidos hay prospectos, aunque son más claros en el PRI como el caso del también senador Roberto Albores Gleason, el dirigente estatal priista, quien por cierto en breve tendrá que dejar la dirigencia de acuerdo a estatutos, paso por el cual por cierto no lució y ni mereció amplios reconocimientos en las federales y estatales intermedias, pues el priismo no repuntó como esperaban los priistas del estado.
Pero ¿quiénes por el PAN o Morena? Partido éste último incipiente, pero que mereció votos locales de consideración, que bien podrían desplazar al propio PRD con una dirigencia cuestionable y un PAN sin presencia ni discurso.
Zoé Robledo interactúa, propone, plantea y se hace presente. Desde luego es connotación a priori, dejarse ver, aunque de manera austera, esperanzado quizás en lograr la dirigencia estatal que el actual dirigente señala no va a dejar, aun las acusaciones y anomalías que pesan sobre él, desde su propia dirigencia nacional.
