La ciudad de México es una fascinante capital que seduce a sus visitantes con innumerables opciones. Es una de las manchas urbanas más grandes del mundo, dividida en 16 delegaciones y 300 colonias –o barrios- cuyas contrastantes características podrían avasallar a quien la visita por primera vez. Su enormidad, sin embargo, es seductora, y eso lo advierte quien llega de noche por avión: a sus pies, una interminable y fascinante alfombra de luces aguarda.
Para quien visita la ciudad de México por primera vez, es necesario saber que la mayor parte de los atractivos turísticos se concentran en el Centro Histórico: la Plaza de la Constitución –popularmente conocida como El Zócalo-, la imponente Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional y la zona arqueológica del Templo Mayor; además de una gran cantidad de museos albergados en casonas coloniales. Apenas a unas cuadras de distancia está la Plaza Garibaldi, meca a la que hay que acudir para vivir el México profundo rodeado por aromas de tequila y música de mariachi. Una caminata de 20 minutos en dirección al oeste te llevará a la Plaza de la República, que alberga al Monumento a la Revolución, en cuyo subterráneo se encuentra su museo.
El bosque de Chapultepec, el área verde más grande de la ciudad, está dividido en tres secciones y constituye una de las mayores atracciones, tanto para turistas, como para locales. Ahí se encuentran el Castillo de Chapultepec, un interesante recinto museográfico y un excelente mirador para fotografiar el poniente de la ciudad; el Museo de Arte Moderno, y el imponente Museo de Antropología. Es importante recordar que la mayoría de los museos y zonas arqueológicas en el país cierran los lunes.
Tras un primer acercamiento a la cultura capitalina, será momento de extender la visita a la Zona Rosa, donde hay restaurantes y bares de ambiente cuya fiesta termina hasta altas horas de la noche. O, en un plan más enfocado a la cultura y el ambiente bohemio, las colonias Condesa, Roma, Coyoacán y San Ángel, son polos turísticos donde se encuentran acogedores cafés, plazas históricas, las mejores librerías de la ciudad, mercados típicos e interesantes museos, además de los restaurantes y clubes de moda en la ciudad.
Más al sur, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de ser la principal del país, ofrece una arquitectura distintiva e impresionantes murales realizados por los más famosos pintores mexicanos. En sus instalaciones dedicadas a la cultura se llevan a cabo conciertos, funciones teatrales, cinematográficas y de danza, con los mejores artistas nacionales y extranjeros.
Como parte de su herencia histórica, no está de más recordar que los aztecas construyeron Tenochtitlan, el antecedente de esta urbe, sobre el antiguo lago de Texcoco. Así, establecieron una intrincada red de canales para navegar la ciudad. Tras la llegada de los españoles, esta red fue destruida para dar paso a la pavimentación paulatina de toda el área. Hoy en día, los remanentes de la vida lacustre se pueden visitar en Xochimilco, en el extremo sureste de la ciudad. Aquí puedes contratar una colorida trajinera, o embarcación de madera, para viajar por los canales y jardines.
Aparta un día de tu estancia en la ciudad de México para visitar las pirámides de Teotihuacán, ubicadas a sólo 51 kilómetros al noreste de la capital mexicana.