CIENCIA Y TECNOLOGIA

Científicos logran descifrar uno de los mayores enigmas del planeta Júpiter

Júpiter, el gigante del sistema solar, es uno de los planetas más enigmáticos debido a que es un gran cuerpo gaseoso, cubierto de bandas de nubes arremolinadas y grandes tormentas, como la misteriosa Gran Mancha Roja, que lleva años en observación.

Recientemente, un grupo de científicos de varias universidades de España y del Centro Nacional de Supercomputación (CNS-BSC), han publicado un artículo en la revista científica ‘Geophysical Research Letters’ de la American Geophysical Union, en donde explican la longevidad y naturaleza del fenómeno meteorológico de la Gran Mancha Roja de Júpiter.

De acuerdo con los investigadores, la Gran Mancha Roja de Júpiter es el vórtice más grande y longevo conocido de todos los planetas del sistema solar, pero su vida es objeto de debate y su mecanismo de formación permanece oculto.

Esto se debe a que el primer reporte de un fenómeno de esta magnitud detectado en Júpiter fue realizado por el astrónomo Giovanni Cassini en el año de 1665, al cual se le nombró como ‘Punto permanente’, sin embargo, se dejó de observar en 1713.

Tiempo después, en el año de 1831, el astrónomo S. Schwabe, volvió a observar por primera vez en la misma latitud la Gran Mancha Roja que conocemos actualmente, que no ha dejado de observarse desde esta época y que incluso se puede ver con telescopios pequeños, siendo un gran icono del planeta Júpiter.

Al estar en la misma latitud, varios científicos tenían la hipótesis de que la Gran Mancha Roja era la misma que el Punto permanente, sin embargo, los científicos de esta asombrosa investigación mencionan que es muy poco probable.

Puesto que, este grupo de investigación logró predecir que este fenómeno meteorológico jupiterino tiene una longevidad de más de 190 años. Además, de que en el año de 1879 tenía un tamaño de 39 mil km en su eje más largo, sin embargo, con el paso de los años se ha hecho más pequeño, ya que ahora solo tiene 14 mil km y una profundidad de solo tiene 500 km, si se observa de manera vertical.

Créditos de imagen: NASA/JPL

Además, con el fin de averiguar cómo se formó este intrigante fenómeno, los investigadores realizaron simulaciones numéricas en superordenadores españoles como el MareNostrum IV del CNS-BSC, mediante dos tipos de modelos complementarios del comportamiento de vórtices delgados en la atmósfera de Júpiter.

Con los datos obtenidos de las simulaciones numéricas los científicos descartaron que la Gran Mancha Roja se haya formado por la fusión de vórtices o por una supertormenta, y que lo más probable es que se haya formado a partir de una perturbación del flujo entre los dos vientos opuestos al norte y al sur del mismo planeta.

Esto es debido a que los vientos del Norte que van hacia el Oeste a una velocidad de 180 Km/h, chocan con los vientos provenientes del sur que se dirigen hacia el Este a una velocidad de 150 Km/h, generando un enorme remolino anticiclónico que hace crecer el seno de la Gran Mancha Roja, con vientos en la periferia que circulan a 450 km/h.

Esta investigación es un gran avance que descifra uno de los mayores enigmas de Júpiter. Sin embargo, este grupo de científicos seguirán investigando la misteriosa Gran Mancha Roja para determinar con más detalle los mecanismos físicos que la mantienen, su encogimiento y determinar si en algún momento del futuro se desintegrará.

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