INTERNACIONAL

Sería “un fraude” si se le impidiera la candidatura, dice Lula

Madrid l El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que sería “un fraude” que la Justicia le impidiera ser candidato en las elecciones que celebra su país en octubre y criticó que el proceso abierto contra él sea “más político que jurídico”. Su ahijada política, la destituida ex presidenta Dilma Rousseff, consideró que Brasil sería ingobernable si ocurriera ese bloqueo.
“Si se prohíbe ser candidato a Lula por una decisión política del poder judicial, sería un fraude”, dijo en un encuentro con corresponsales recogido hoy por el diario español El País.
“Intentar crear un proceso jurídico para evitar que alguien sea candidato es poco democrático”, añadió.
A menos de una semana para que un tribunal brasileño decida si ratifica o anula la condena a nueve años y medio de prisión que le impuso un juez en el marco de un caso de corrupción, el ex mandatario dijo estar “con la tranquilidad de los inocentes”.
El fallo de la segunda instancia sobre el caso en el que Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) está acusado de recibir un apartamento tríplex de la constructora OAS a cambio de obras en Petrobras podría alterar todos los escenarios políticos de la mayor economía latinoamericana.
Una ratificación de esta sentencia podría implicar la inhabilitación del ex presidente brasileño, favorito en los sondeos electorales.
“Si tuviese el uno por ciento en las encuestas, nadie querría inhabilitarme, el pueblo me inhabilitaría. Voy a intentar que el pueblo sea el gran jurado de la democracia de este país. Por eso no puedo desistir”, destacó.
“No estoy luchando para ser candidato, estoy luchando para probar mi inocencia. Y no quiero ser candidato para no ser condenado, quiero ser absuelto para ser candidato”, añadió.
El ex presidente brasileño, de 72 años, arremetió contra quienes le acusan y les acusó, a su vez, de no tener pruebas. Lula está acusado de corrupción en una gigantesca trama de fraudes en torno a la petrolera estatal Petrobras y tiene que responder aún en varios juicios vinculados con esa causa.
En julio, un juez lo declaró culpable de haber aceptado sobornos de una constructora a través de la reforma de un apartamento en la playa a cambio de favorecer a la empresa en sus negocios con Petrobras.
Por su parte, la ex presidenta Dilma Rousseff considera que Brasil será ingobernable si la justicia invalida la candidatura de Lula para las elecciones de octubre.
“Cualquier gobierno que asuma, ganando las elecciones de 2018, sin que haya un proceso electoral transparente y correcto, sin maniobras para invalidar candidatos como Lula, no conseguirá gobernar este país”, dijo Rousseff a la Afp en una entrevista telefónica desde Porto Alegre.
Para Rousseff, de 70 años, que perdió su presidencia en 2016 a manos del Congreso por manipular las cuentas públicas, Lula es la figura que puede calmar las aguas en el país.
“No creo que insistir en el uso político del sistema judicial estabilice y haga crecer al país. Lula puede ayudar a dar vuelta a esta página, ayudar en un periodo de transición entre este momento y una reconstrucción. Vamos a tener que intentar curar las heridas y recomponer el país”, afirmó.
Rousseff vive en el barrio Tristeza de Porto Alegre, cerca de su hija y de sus nietos. En esa ciudad será juzgado el caso de Lula y el PT espera inundar sus calles con sus partidarios.
Temiendo un desborde, las autoridades locales pidieron ayuda del ejército y casi en simultáneo, la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del PT, afirmó que si querían arrestar a Lula tendrían “que matar gente”.
Rousseff negó esa posibilidad.
“Lo que hay es indignación y la indignación es un sentimiento pacífico, democrático (…) Esa indignación es una expresión de la conciencia de una injusticia y una persecución política”, dijo interpretando la polémica frase de Hoffmann.
Además del caso del tríplex de Guarujá (un balneario de Sao Paulo), Lula enfrenta otros seis juicios y dos denuncias por corrupción, tráfico de influencia, lavado de dinero y formación de organización delictiva.
Pero para su sucesora, el hombre cuya agenda política sacó a Brasil del mapa del hambre de la ONU no irá a prisión.
“No creo en esa posibilidad. No van a querer crear un héroe más grande de lo que ya es”, concluyó.
Convencida de la existencia de una conspiración de sectores judiciales, políticos y empresarios para neutralizar al PT, Rousseff sostiene que el presente electoral de Lula es la razón de la embestida en los tribunales.
Pretendían “destruir al PT, destruir a su mayor líder, pero les salió mal porque todas las encuestas muestran una intención de voto creciente de Lula”, apuntó.
Activa en las redes sociales, donde continúa presentándose como “presidenta electa de Brasil”, Rousseff dice que aún evalúa una eventual candidatura al Congreso y concentra sus esfuerzos en defender a Lula, quien tiene un abundante listado de procesos judiciales. (Fuente/La Jornada)

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