Con valor de mujer Ni más ni menos

Candelaria Rodríguez Sosa

La pasarela de los calientes por la grande de Chiapas

Los barracos al poder ¿será?

Muchos son los aspirantes que están buscando la “grande”, es decir la silla, la principal, la de la cabecera de esa gran mesa de madera de cedro, con color a caoba oscuro que engalana como la principal escenografía la sala, la grande sala del ejecutivo estatal, si, la sala, la oficina del gobernador, que no la de juntas.
Esa silla, como mero simbolismo, tal vez poco o muchas veces ocupada por quienes han gobernado esta entidad. Tal vez poco o muchas veces calentada ante la necesidad de atender en propias oficinas los asuntos del pueblo. Por esa silla, traducida al poder supremo, es la disputa ya.
En la pasarela cada vez más intensa y visible, muestran a personajes del mismo género que el ejecutivo, como lo han mostrado las fotografías que circulan en medios (grandes y pequeños impresos) así como en redes sociales. Todos se muestran y todos (con lenguaje masculino por la obviedad del asunto) aspiran a suplir al actual gobernante más joven de la historia de Chiapas, Manuel Velasco Coello.
De todos los colores afines, los que entre el turquesa se vuelven verdosos, rojillos, y la chiquillada que sacara del apuro, porque para eso son creados apenas visible, pero veremos como se van sentir dentro de un año, porque lucharan por definir la votación de sus candidatos o el candidato (en masculino porque ya expliqué) que la supremacía del poder elija. Por hoy en esa fotografía, donde el ejecutivo mostro el musculo, al juntarlos y fotografiarlos y exhibir su encuentro, dibuja muy bien lo que le depara el destino a las y los chiapanecos/as.
Morir engañado, ya no es la idea, Pues a simple vista, la fotografía como lectura corporal, diría una compañera como se pudo observar juntos a la hombrada como les digo. Ahí posaron Fernando Castellanos Cal y Mayor, Willy Ochoa, José Antonio Aguilar Bodegas, Eduardo Ramírez Aguilar Roberto Albores Gleason y Luis Armando Melgar.
Y la lectura más clara es que cualquier que vaya a la contienda, desde esa mirada fotográfica, bajo un pacto de civilidad, pues ya sabemos quien mece la cuna.
Es decir, de izquierda, derecha y centro, solo queda el nombre de membrete y sus colores, pues si en esa conjunción de ideologías (si acaso aun la tienen los partidos), salga quien salga, de cualquier color, obedecerá a la supremacía del poder.
Mientras, la ciudadanía, esa que se dice harta de tantas injusticias, podría estar en el mismo escenario que hizo el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la CDMX con la designación de la hoy candidata al gobierno defeño, Claudia Sheinbaum, quien “bajo una consulta “que nadie conoce fue designada de entre 4 aspirantes que hoy expresan su inconformidad. En Chiapas el proceso va por ese camino, ¿quien será?, podría ser uno de esos de la foto de la hombrada como mera designación de dedo, o siendo coordinadores, hay valores s entendidos, para que, en la simulación de las coordinaciones, salga cuales quieras de esos 4, Rutilio, Zoé, Placido o el Dr. Gurria.
Y entonces esta Chiapas, seguirá teniendo el gobierno que se merece, no importa como, si el fin es lo que se debe lograr, mantener el poder, por ello, con las artimañas o destrezas, que se maneje, el fin siembre estará justificand el medio como bien los menciona el italiano Nicolás Maquiavelo.
Su frase colocada en la obra “El Principe”, en el capítulo XVIII que reza así:
“(…) en las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorías no tienen donde apoyarse (…)”
Bien, al pendiente por que solo una mujer ha dado la cara frente al proceso electoral, ella es María Elena Orantes López, con toda una trayectoria en Chiapas, donde las mujeres defensoras, activistas, y demás, tendrán que mostrar el musculo para cerrar filas, en el entendido que ella realmente se atreva. O salvo que las mujeres feministas o no, sigan el camino del patriarcado.