Roberto Albores Gleasson, senador por Chiapas.
AL SON DEL TEXTO

Al Son del Texto

Tina Rodríguez

Con tanta información elevada, las cosas mundanas se diluyen hasta que ya las tenemos enfrente.
En esto, a muchos se les va que ya viene el regreso a clases, y con ello los gastos de referencia, y en la que los centros escolares no se miden por resolución de las sociedades de padres de familia, que no contemplan situación económica, y menos la ola de despidos que hubo desde enero a la fecha, y que tiene en serios predicamentos financieros a miles de familias que se quedaron sin ingresos fijos.
Así que, en este regreso a clases, los padres de familia tienen que desembolsar unos tres mil 600 pesos en promedio, en la compra de útiles escolares, uniformes de día y deportivo, zapatos de lucir y deporte, obvio la famosa “cuota voluntaria”.
No existe una plataforma de ofertas y catálogos en línea que pudiera indicarnos comparaciones de precios entre lo que usualmente piden en las primarias y secundarias, pues es sabido que por lo general los planteles establecen acuerdos con distribuidores al menos de uniformes dejando al gusto de los paterfamilias dónde comprar los útiles, que incluye hasta forros para los libros de texto, a veces a exigencia el docente.
Sin embargo de acuerdo a publicaciones al respecto, se calcula que el 85 por ciento de los mexicanos planificó sus compras y más de la mitad ahorró en las vacaciones para hacer frente a estos gastos, pues son inevitables, para no recibir el impacto del costo global, pues aunque dicen que hay centros escolares que comprensivos solo le cobran a los padres una cuota en vez de dos en los casos de que asistan hermanos a un mismo plantel, aunque cada uno tiene que usar su uniforme y ahí sí que no hay remedio.
En un “mercadeo” simple, y la experiencia que me tocó vivir, aparte del incremento inflacionario aparece la voracidad de los comerciantes, y a esto se integra el tiempo límite que otorga el plantel para pagar la cuota escolar, a la que desde aquel entonces en que mis hijos fueron niños ya no llamábamos “voluntaria”.
Eso porque obvio es que nadie la quiere pagar siendo que la escuela es pública y laica, y ahora le llaman digna, de acuerdo con tercero constitucional.
Y va la pregunta que no puedo evitar, y va para los directivos de las escuelas y para el secretario de Educación, ¿Y si un alumno (a), no lleva el uniforme, tendrá las mismas, garantías que los que lo porten?
Al Son que me toquen
Los cambios son para mejorar, indistinto género.
Prospera fue objeto de manipuleo para un político que habla de democracia desde la dirigencia de su partido, al que exhibió en aras de mostrar convocatoria, y desde luego generó mucha inconformidad entre las señoras beneficiarias de Tuxtla y municipios colindantes, a las que amenazaron con no volverlas a incluir en los listados en caso de no asistir al informe del senador Roberto Albores Gleasson en el estadio “Víctor Manuel Reyna”, que vivieron una mañana y tarde de locura para transportarse luego de estar horas bajo el sol de esa fecha.
La llegada de Sassil De León Villar a la coordinación de Próspera en Chiapas, viene acompañada de polémica; así que esta joven chiapaneca tiene la oportunidad de mejorar esa imagen, y desde luego, crecer, pues ese es el otro objetivo en la política, luego de servir a la comunidad, y mejorarla es mucho pedir, que trabaje y se vean los resultados, porque no ha hecho nada, como para que las mujeres de Chiapas la conozcan, menos la quieran.

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