Peña Nieto, vino a Chiapas a encabezar la celebración por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
AL SON DEL TEXTO

Al Son del texto

Tina Rodríguez

No fue precisamente una fiesta popular la visita presidencial ayer en Chiapas de Corzo con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Esto aparte de reconocer el mandatario, que el mayor desplazamiento social lo viven las etnias, y entregar algunas cosas sin importancia para su desarrollo real, es que “las comunidades indígenas son inspiración del trabajo en unidad que requiere México para lograr oportunidades de desarrollo y prosperidad”, es cosa cierta, pero no cumplida.
Peña Nieto vino a Chiapas a encabezar la celebración por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, y señaló que lo único que va a permitir que las etnias tengan oportunidades es generando riqueza e impulsando los cambios que hagan posible que todos los sectores se incorporen al desarrollo.
Insistió que en que las etnias “son la inspiración del México unido que quiere seguir enfrentando sus retos y superándolos, porque ustedes como comunidades indígenas nos han dejado ver y sentir que sí podemos ser un país diverso, que en esta geografía nacional caben distintas comunidades indígenas, pero que todas tienen el orgullo de ser mexicanas”.
¿Y luego?
¿Cuándo se les va a hacer justicia social?
Porque de referencias ya estuvo bueno, y su desarrollo social real en números estadísticos está aún muy por debajo de la media nacional.
Ahí estuvieron con el mandatario mexicano, el gobernador Manuel Velasco Coello y la titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga, poco conocida por cierto desconocida casi, invisible, a lo mejor porque tiene poco que decir en torno a ese desarrollo que habla de dependencia que preside.
Y es que nada más hay que ir a las estadísticas, o aquí cerquita en Los Altos, a cualquier comunidad para ver sus niveles sociales de retraso en materia urbana, social, económica, educacional y de salud.
Ciertamente se invierte en servicios básicos, educación y proyectos productivos, pero no en los 15 millones de indígenas del país; se viera: apenas un puñado es beneficiado y eso en medio de la corrupción de que son víctimas con esos programas asistenciales y productivos de los que hasta los campesinos mestizos se quejan, por demorados, engorrosos, manipulados.
Sirven para la explotación de la pobreza, como el acto de ayer en Chiapa de Corzo, población en la que un grupo de personas del lugar, protestaron por la visita del mandatario, acción válida, pero de poco impacto en medio de un exceso policial evidente, y pues el evento se hizo y ya se sabrá de dónde vino la convocatoria, que no es la primera que sucede –ni será la última- en el país.
Y es que la inconformidad realmente crece y crece.
Circo maroma y teatro, fue el día de ayer, en una ciudad mágica, porque después de ayer, el mañana es lo mismo, miseria y desempleo.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *