INTERNACIONAL

Arrestan a Navalny y a más de mil 500 opositores en Rusia

Moscú l El Día de Rusia –la fiesta nacional que se instauró para conmemorar la declaración de soberanía (de Rusia cuando todavía formaba parte de la Unión Soviética) hace 27 años– terminó eclipsada con manifestaciones de opositores al Kremlin. Hubo ayer lunes, según voceros de los descontentos, no menos de 750 detenidos en Moscú y cerca de 900, en San Petersburgo.
No obstante las prohibiciones y otros obstáculos puestos por las autoridades (en la ciudad de Kazán, por ejemplo, se dio permiso para protestar sólo a las 7 de la mañana), miles de personas salieron a la calle en Moscú, San Petersburgo y otras 167 ciudades y poblados de este vasto país para expresar su malestar bajo el lema de “Queremos respuestas”.
A diferencia de lo ocurrido en la capital rusa y la Ciudad del Nevá, en casi todas las demás manifestaciones no se registraron incidentes graves ni detenciones masivas.
Imposible saber cuánta gente participó en Moscú –mezclada con quienes acudieron a la céntrica calle Tverskaya para ver las representaciones de carácter histórico que prepararon las autoridades como parte de los festejos–, pero llamó la atención el despliegue que la Guardia Nacional realizó aquí este lunes.
El jefe de la policía de Moscú, Vladimir Chernikov, ya advirtió la víspera que no se iba a permitir “ningún intento de alterar el orden”.
Por lo que se pudo ver en la quizás principal arteria de Moscú, y sobre todo cerca de la Plaza Pushkin, las unidades antidisturbios –conforme los furgones iban regresando de las delegaciones policiales por nuevos detenidos–, arremetían contra grupos de inconformes y se llevaban al primero que tenían a mano.
Como sucedió en la anterior protesta, el 26 de marzo, la mayoría de los manifestantes eran jóvenes, que portaban pancartas del tipo “la corrupción nos está robando el futuro” o lanzaban consignas como “Rusia sin Putin”, “No queremos un Zar” o “Putin ladrón”, entre otras.
El líder opositor Aleksei Navalny, apenas salió del edificio donde vive, fue llevado a una delegación policial bajo el pretexto de cometer varias faltas administrativas y ahora enfrenta una posible condena a treinta días de prisión por incitar a una manifestación no autorizada.
Navalny inicialmente, con permiso de las autoridades, tenía la intención de llevar a cabo un mitin en la avenida Sajarov para “apoyar la demanda de investigar los casos de corrupción de altos funcionarios de Rusia”, pero a última hora la empresa de logística, aparentemente por presiones de la alcaldía, dio marcha atrás y se negó a instalar el escenario y los equipos de sonido. (Fuente: La Jornada)

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