De lucimientos

Una serie de sucesos sin sentido se han registrado en éstos días, que van desde la invasión en propiedad de la cafetalera Liquidámbar, hasta la aparición de muchachos encapuchados en el centro de la capital del estado, y un bloqueo carretero resueltos rápidamente, incluyendo otra vez Tuxtla Gutiérrez con el paro de labores de trabajadores de la empresa trasnacional ProActiva, encargada de la recolección de basura, a la que huelga decirlo, le saca jugo en sus residuos orgánicos e inorgánicos, sino que también contamina, de acuerdo a los dueños de los predios colindantes a dicha planta.
El punto es que esas “inconformidades” se resuelven casi inmediatamente, pero siguen perjudicando a los ciudadanos, que pagan las consecuencias de los bloqueos al centro de las ciudades, carreteras o ese servicio de limpieza, en una ciudad de miles de toneladas diarias de desperdicios domiciliarios.
¿Quién o quienes se quieren lucir como operadores de conflictos?
Porque finalmente nadie sigue pagando las consecuencias de los abusos, las pérdidas que generan a los ciudadanos, en algo que ya no puede ser jurídicamente permitido.