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Sin tanto rollo

Eduardo González Silva

Defensores de la patria

De la ridícula expresión del entonces presidente José López Portillo de defender el “peso como un perro”, nos encontramos hoy en día con la de Enrique Peña Nieto (por cierto, mal estructurada para variar) “velare por intereses de mexicanos”, que no es más que parte del anquilosado discurso del viejo régimen, con su gran carga de mentira, vacío y demagogia.
Un discurso contestatario obligado por la clase política y empresarial del país, ante las locuaces ocurrencias del mandatario estadunidense Donald Trump, en su empeño por levantar un muro en la frontera con México, todo porque simplemente dicho personaje no soporta ver a la gente de piel morena.
Se convierten hoy todos los beneficiarios del antiguo sistema en los defensores de la patria, ante ello, surge entonces la pregunta: ¿habrían hecho lo mismo en caso de que Hillary Clinton hubiera llegado a la Casa Blanca? Porque dicha señora, sí que es un peligro para México, ¿habrían olvidado su entonces polémica visita al país, de hace seis años, en carácter de secretaria de Estado?
Inmortalizada para nosotros no por su cara de asombro en la fotografía donde acompaña al que fue su jefe Barack Obama, mirar las escenas vía satélite, de los momentos en que fue capturado el terrorista Osama Bin Ladem, sino cuando perfectamente conocedora de la realidad mexicana, definió a los carteles de la droga como “grupos armados insurgentes”, mismos que ya ahora se encuentran impunemente distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional.
La que, como jefa de la diplomacia estadunidense, dirigió con órdenes precisas al panista Felipe Calderón, preparar el terreno para la reforma energética con la consecuente privatización de Petróleos Mexicanos y la desaparición de la Comisión Federal de Electricidad.
Hoy se desgarran sus vestimentas los oligarcas, que llaman a la unidad nacional, y hablan de deportaciones masivas, y de defender los derechos de nuestros connacionales allende nuestras fronteras.
Las deportaciones masivas las ha hecho en mayor medida más que todos los demás mandatarios de la Unión Americana, Barack Obama, más de 300 mil el año pasado, el mismo que ofreció en su campaña para llegar por primera vez a la presidencia de su país, hace nueve años, una reforma migratoria, que nunca llegó, y mismo que solo en una ocasión pronunció el nombre de México.
Muy distinto el discurso de Trump, que se centró en criticar a los indocumentados mexicanos, y su propósito de marcar los territorios entre ambos países “con un muro grande y bello”.
Es con lo que surge así, la defensa heroica de nuestro país, por los operadores políticos y los dueños del capital, nada que importe más que la entrega de los recursos energéticos, la corrupción, la impunidad, la inseguridad pública, la contención salarial, el despilfarro del presupuesto, los elevados salarios para los altos funcionarios públicos, la contaminación ambiental, el esclarecimiento de las desapariciones forzadas, etcétera.
Hoy lo importante es la defensa, faltaba más, la ocurrencia es ahora salir a vender como se hizo hace ya muchos años la marca Hecho en México –y porque no desde siempre-. Personajes a los que preocupa mucho saber cómo continuarán con el saqueo del país, la huida hormiga de 20 millones de mexicanos en 15 años, fue la válvula de escape (le quitó presión social), a una dictadura perfecta a la que jamás le importó el desarrollo del país, menos la generación de empleos bien remunerados, lo que trajo en consecuencia el aumento en el número de pobres.
Llaman a la unidad cuando el derroche del gasto público es indiscriminado, y el abuso del poder está a la orden del día.
Del campo a la mesa…
En días recientes el gobierno federal hizo incomprensible alarde en la residencia presidencial, de un superávit comercial en las exportaciones de productos agropecuarios por más de 3,200 millones de dólares. En ese evento quien funge como titular de Sagarpa, aseguró que el “sector agroalimentario vive un gran momento ya que, gracias al crecimiento de la producción, al incremento en las exportaciones y al avance en el cumplimiento de los estándares de sanidad, hoy México es el decimosegundo productor de alimentos en todo el mundo”… Aunque olvidó decir que las importaciones de maíz y el frijol son preocupantes, ya que el valor de las compras en el extranjero creció 43 y 52 veces, respectivamente, el del arroz se elevó más de cinco; el de la soya, casi cuatro; del trigo, más de seis. Con lo que la dependencia alimentaria del país continúa en aumento, por el abandono al campo.

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