DESTINOS

La Paz

La Paz, Baja California Sur, hace honor a su nombre. Son muchos los turistas que conducen sus automóviles a lo largo de mil 600 kilómetros desde Tijuana hasta La Paz, en la Península de Baja California, y son recompensados al encontrar una ciudad pacífica y un clima maravilloso. Hogar de aproximadamente 220 mil habitantes, y el centro comercial y político de la región, además de ser la capital del estado de Baja California Sur, La Paz continúa siendo un puerto tranquilo que te encantará. Posee una atmósfera nostálgica y provinciana que te hará pensar que aquí muy poco ha sucedido a lo largo de las décadas.
Aún cuando Hernán Cortés visitó La Paz en 1535, esta tierra inhóspita estuvo muy poco poblada hasta el siglo XIX. Asentamiento de una misión jesuita construida en 1720 fue abandonada 30 años más tarde, después de haber sufrido insurrecciones indígenas, enfermedades y el duro entorno de Baja California. Aquí no existió un asentamiento permanente hasta 1811.
En 1829, La Paz se convirtió en la capital de Baja California después de que Loreto fuera arrasada por un huracán. Una gran industria de pesca de perlas mantuvo en pie a este destino hasta la década de 1930, cuando los criaderos de ostras fueron destruidos a causa de una enfermedad. La Paz languideció hasta que en 1973 fue terminada la carretera transpeninsular y la ciudad se convirtió en la capital del recién formado estado de Baja California Sur en 1974.
¡Hasta principios de la década de 1970, Baja California Sur tenía una densidad de menos de un habitante por kilómetro cuadrado! Las cosas no han cambiado radicalmente, por lo que encontraremos muchos espacios libres de multitudes y playas aisladas. Con la apertura de la carretera transpeninsular, con una extensión de mil 680 kilómetros, y la creación de la región sur de la península como el estado más nuevo de México, La Paz comenzó a atraer, no únicamente a aventureros, sino también a personas que estaban en busca de unas vacaciones agradables y relajadas.
Si no deseas conducir, toma uno de los vuelos internacionales directos a Los Cabos o La Paz. Asimismo, los transbordadores de Baja California van desde La Paz hasta Mazatlán y Topolobampo. La apertura de varios hoteles de lujo y una gran variedad de servicios para divertirse bajo el sol, que van desde campos de golf y excelentes restaurantes hasta museos y edificios coloniales restaurados, proporcionan a los turistas una gran variedad de opciones una vez que han llegado.
Rodeada por el desierto, La Paz se encuentra entre antiguos árboles de laurel, palmas de cocos y dátiles. La ciudad está diseñada en el clásico estilo rectilíneo, con calles que irradian desde el paseo marítimo al noroeste de la ciudad (el Paseo Álvaro Obregón). En línea paralela al Paseo Obregón se encuentra el precioso malecón de la ciudad (paseo marítimo). Unas pocas cuadras tierra adentro se encuentra la plaza principal con su mirador de cuarzo rosado, sus senderos embaldosados y su catedral del siglo XIX. Mar adentro se encuentra El Mogote, un banco de arena, plano y desértico.
La ciudad tiene algunas playas bonitas, pero a tan solo unos kilómetros de distancia, sentirás que el cielo tiene un lugar en la tierra con la belleza de las playas cercanas. La Paz no es un centro vacacional de playa para las multitudes; si eres de los que odian los súper hoteles con 5 mil habitaciones, este es el lugar ti.
La Paz se encuentra en el Mar de Cortés, al cual el famoso oceanógrafo Jacques Cousteau bautizó como “el acuario del mundo”. Una abundante flora y fauna hacen de este lugar uno de los mejores lugares del mundo para bucear. Los pescadores se quedaron sorprendidos cuando, a principios de la década de 1990, los turistas llegaban para contratar sus servicios, no para probar sus habilidades en la pesca, sino para observar y fotografiar a las ballenas que se han alimentado aquí por siglos. Por supuesto, esta fue una nueva oportunidad para hacer negocios. Hoy en día, la observación de ballenas es una industria en expansión, amigable para la ecología, que está ayudando a muchas familias de bajos ingresos a beneficiarse del desarrollo regional.
A poca distancia de la ciudad se encuentran playas desiertas, tranquilas bahías e inmaculadas islas mar adentro. Hacia el interior se encuentran desiertos, oasis y las montañas de la Sierra de la Laguna. El entorno natural virgen atrae a los pescadores deportivos, los buzos, los turistas ecológicos, los naturalistas, los observadores de ballenas y a viajeros de todas las edades a este pacífico rincón de México.

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