OPINIONES

Mujer Sonora

Dictamen excluyente

Silvia Núñez Esquer*

Treinta y nueve segundos fue tiempo suficiente para que las y los integrantes de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso de Sonora aprobaran en lo general y en lo particular el dictamen de la ley que crea el Instituto Sonorense de la Mujer.
A eso se redujo el intento de las ciudadanas que con oportunidad presentaron una iniciativa que trabajaron en conjunto en el movimiento amplio de mujeres y que, a pesar de los años, es vigente.
Siete personas que desconocen la iniciativa ciudadana, que nunca mencionaron la petición de las mujeres, y que tampoco dijeron algo sobre otra iniciativa presentada por un diputado que proponía convertir en Secretaría a la instancia de la mujer.
Siete legisladoras y legisladores cuya especialidad es cualquiera, menos los derechos humanos de las mujeres. Ellas y ellos levantaron la mano en automático para dar la venia a la iniciativa de la gobernadora del estado, Claudia Pavlovich.
El propio dictamen de fecha 30 de enero de 2017 se refiere a la iniciativa oficial como la única, omitiendo mencionar las otras dos iniciativas.
LEY SIN CONSULTA
Con ello cancelaron la posibilidad de que las ciudadanas -por cierto algunas fueron impulsoras del Instituto Sonorense de la Mujer- pudieran dar su opinión. Ignoraron la posibilidad de consultarlas para conocer su punto de vista sobre la viabilidad de la propuesta gubernamental.
Las viejas prácticas de aprobar iniciativas gubernamentales sin discusión e ignorando a la ciudadanía se reviven para dar vida propia a una instancia que en diez y ocho años ha demostrado que ser una oficina de gobierno sujeta a los vaivenes políticos no ha dado resultado.
La esperanza de ciudadanizar el ISM la están cancelando las y los legisladores al aprobar un dictamen que esta semana será llevado al pleno del Congreso, además con la petición de que se dispense el trámite de segunda lectura y sea considerado de obvia resolución.
Sabemos que eso significa que, de alguna manera, los partidos políticos que tienen representación en la 61 Legislatura ya se pusieron de acuerdo para aprobarla, seguramente a cambio de alguna negociación que desconocemos.
El próximo jueves tendremos Ley del Instituto Sonorense de las mujeres, pero no la propuesta por las mujeres, ni alguna en la que hayan sido consultadas.
El colmo es que, en reunión de diciembre de 2016 del Consejo Consultivo del ISM, la directora de la instancia se comprometió a circular la iniciativa gubernamental para conocer las opiniones de las consejeras, misma que nunca compartió.
CUMPLIÓ SOLO EL TRÁMITE
El dictamen aprobado por la Comisión, que preside la diputada Lisette López Godínez, es un documento que vacía la iniciativa de la Gobernadora y solo cumple el trámite para cumplir la formalidad de convertirla en ley.

El Congreso desdeñó la propuesta ciudadana, violando el elemental derecho de petición, en este caso para ser consideradas en las discusiones de las iniciativas, ante la conciencia de que eran tres.
Pero la sumisión política al poder ejecutivo volvió a hacerse presente, y la era de la transparencia y vinculación con la ciudadanía tirada al traste.
Entre lo más grave es que, dentro de los cambios expuestos por la iniciativa dictaminada, está la creación de dos consejos, a diferencia de uno extenso que existe actualmente.
Consejo consultivo y Consejo social son los nombres de las organizaciones en donde en teoría estarán representados los diferentes sectores de las mujeres en Sonora y que formarán parte de la estructura de consulta y asesoría del ISM.
No obstante, se introducen candados para la inclusión de las mujeres en dichos consejos, por lo que ya podemos augurar que es una nueva forma que institucionalizará la exclusión.
Lo que parece una buena acción -demandada por las mujeres- la creación de la Ley del ISM, se convierte en la evidencia de que para los poderes del Estado las mujeres siguen siendo menores de edad que no son capaces de hacer propuestas serias y dignas de tomarse en cuenta.
La exclusión es el sino de la ley que será aprobada el próximo jueves. No se tomaron en cuenta ni se discutieron las otras iniciativas presentadas al Congreso, no se consultó a las ciudadanas peticionarias.
Peor aún, no se incluyó ni consultó a la Comisión de Igualdad del propio Congreso. Mucho menos se le invitó a dictaminar en forma unida. La Ley va mal de origen, por lo tanto el propio Instituto tendrá un sustento legal tal vez, pero ilegítimo pues no dio cabida a otras opiniones.
El proceso es una verdadera lástima pues nos hace retroceder décadas en el tiempo al llevarnos a la sumisión de todas las partes que podrían estar involucradas, por el solo hecho de cerrar filas ante una iniciativa gubernamental.
El acuerdo que haya sido por parte de los partidos cancela la posibilidad de avanzar en las recomendaciones internacionales de vincular cada vez más a la sociedad en la armonización de la legislación así como en la creación de políticas públicas.
*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas y directora del blog Mujer Sonora http://mujersonora.blogspot.mx/
Twitter: @mujersonora

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