OPINIONES

La enfermedad protección para la supervivencia

Yolanda Pardo

Ya sabemos que llegaremos a un nivel de conocimiento, para que podamos regenerar constantemente nuestros cuerpos a voluntad, porque vivimos en el campo de energía infinita y que el único obstáculo, es la conciencia, las creencias y en qué fijamos nuestra atención.
Científicos, médicos y metafísicos, han estudiado y lo siguen haciendo para que lo entendamos mejor, a través de diversas técnicas y métodos que están a nuestro alcance.
La terapéutica que hoy nos ocupa, tiene su base en la medicina germánica, practicada en México, entre otros por el doctor Jorge Coutiño, quien ha extendido sus técnicas de curación, por medio de la bioneuroemoción, que él llama Psicogenealogía o descodificación biológica de las enfermedades, para poder resolver el conflicto que desencadena la respuesta biológica a la que llamamos enfermedad.
La Psicogenealogía nace en Francia a principios de la década de los 80s como un método terapéutico que a través del análisis de la historia de nuestros ancestros, se comprenda mejor el pasado familiar, para darle un nuevo sentido a la vida.
Entre los objetivos de esta herramienta terapéutica se menciona, encontrar el sentido biológico o síntoma de la enfermedad, para que el paciente tome conciencia del por qué su inconsciente está dando esta solución biológica y no continúe pensando que la enfermedad es algo externo y que entienda que tras sus patologías existen informaciones de su subconsciente que trata de decir algo. Es decir, la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre y no éste a la enfermedad, ya lo decía el psicoanalista Karl Jung.
Otro de sus objetivos es ayudar a encontrar la causa y tratamiento de las enfermedades, ya que respondemos a las programaciones que traemos desde antes de nacer, que incluye lo que tenemos grabado de episodios, fechas vivencias de generaciones anteriores, aunque ni lo sepamos ni recordemos, influyen de manera determinante en nuestra existencia.
Por último, pero no menos importante, es llegar a la emoción oculta no expresada por diferentes motivos, y hacerla consciente y externarla, es el principio de la curación. Cuando sufrimos un gran shock y se genera un conflicto que no se resuelve, el cerebro lo guarda como un programa y lo inserta en la memoria celular como una creencia destinada a repetirse en el tiempo, a través de otros eventos que tendrán en común algo parecido.
La información del doctor Jorge Coutiño Hernández, señala que nuestras vidas es el resultado de creencias limitantes que se alimentan de nuestros miedos generados desde el vientre materno y los que vamos agregando a través de nuestras experiencias.
Afirma Coutiño que, asegurar nuestra supervivencia en el instante siguiente, es la función del cerebro, ya que para él, una enfermedad es prácticamente nada, sin embargo, no puede garantizar que sobrevivamos si tenemos un miedo generado por estrés, porque nuestros sentidos se ven afectados y por ende nuestro nivel de atención baja a tal extremo, que nos puede causar un accidente.
El cerebro se encarga de bajar el estrés psicológico a nuestro físico, para que pongamos atención a las otras funciones, creando entonces la enfermedad consumiendo más energía de la habitual.
Cuando solucionamos el conflicto que generó el estrés, el cerebro manda la orden para poder reparar el exceso de energía consumido, en ese momento aparecen los dolores que llamamos enfermedad, pero que la biología total llama síntomas, porque cada uno de ellos, corresponde a una vivencia, a un estrés a un órgano, a un punto cerebral, a alguna otra parte de nuestro cuerpo. Al detectar el estrés, el cerebro “se desconecta” porque se ha solucionado el conflicto y la enfermedad desaparece.
Absolutamente todas las enfermedades, dicen en la clínica del doctor Coutiño, son respuestas biológicas de supervivencia frente a un estrés particular. No es la enfermedad la que mata, sino lo que nuestra mente crea con ellas y que nos lleva a eternizarlas, forzando a nuestro cerebro a buscar reparar hasta quedarse sin más energía para hacerlo. La naturaleza entera funciona con una lógica biológica de supervivencia.
Este particular enfoque de las enfermedades y su curación se lo debemos a varios médicos, científicos y psicólogos clínicos, que, de una manera ecléctica, sustraen lo mejor de cada método, técnica o terapéutica para aplicarla a quienes estén dispuestos a recibirla, dejándose llevar hasta el origen mismo de sus conflictos, aunque pudiera parecerles sumamente difícil y dolorosa, los resultados son impactantes. Vale la pena practicarlo, dejándose guiar por expertos.

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