OPINIONES

¿Cree que pierde el tiempo cuando duerme?

Yolanda Pardo

La tecnología moderna y el afán de ganar más dinero, nos está quitando el sueño. Se trabaja más para tener más, le robamos horas al descanso, pero también a nuestra vida. Dormir mal que no sólo significa cantidad de horas, sino calidad, significa nefastos costos para la salud.
Mal humor, bajo desempeño, falta de concentración y memoria son las consecuencias menos graves del mal dormir, ya que, de persistir esta situación, puede llegar hasta acortarnos la vida, pasando por males cardíacos y cerebrales.
Estudios demuestran, que en general, no hay nada tan dañino para la salud como conscientemente descuidar el tiempo de sueño y su calidad, que se logra, entre otros elementos, con el silencio. Un ruido, así se trate de música que no sea para meditar, altera el descanso.
Se ha hablado de los sueños lúcidos en los cuales la persona está consciente de que está soñando y hasta puede controlarlos, dando solución a sus problemas cotidianos, beneficiosos también porque se ejercita el cerebro y la imaginación aumenta, la mente está más activa y logra dar con la respuesta adecuada.
Estos sueños serán más difíciles de obtener si hay distractores como el celular, música o ruidos que perturban los ciclos naturales o mantener la televisión prendida, que muchos la utilizan como somnífero, sin saber el daño que se están causando.
Hasta hace poco, una persona que dormía entre tres a cuatro horas, podía presumir de exitosa, trabajadora, productiva y con mucho prestigio, admirada por quienes descansaban sus horas normales, pero hoy en día, podría ser calificada de ambiciosa e irresponsable que antepone el dinero a su salud.
Es bien conocido que una persona que acumula horas sin descansar, más temprano que tarde, sufrirá las consecuencias con una salud deteriorada y a la larga, ya ni el dinero que obtuvo arrebatando horas a su descanso, le recompensarán lo que ha perdido.
Es más eficiente, más alegre y optimista, quien dedica al trabajo, a la diversión y al sueño, el tiempo debido.
Algunos creen que las ocho horas que dormimos al día, la tercera parte de nuestra vida, la desperdiciamos, craso error, porque además de cumplir con la función de restauración de la energía, aprendizaje y regeneración celular, es la continuación de la vigilia en donde se entra a la calma lúcida en un estado de observación e integración de la experiencia, según información de Alejandro Martínez Gallardo.
Así de importante es el sueño y todavía lo que falta por descubrir. Ya lo decía Calderón de la Barca: “la vida es un sueño y los sueños, sueños son”. Cada uno que lo interprete a conveniencia.

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