¿POR QUÉ BUSCAR AFUERA?

Yolanda Pardo

Estamos tan ocupados y distraídos con el mundo exterior, con todo lo escuchamos como verdades absolutas y las aceptamos como tales, sin más, que nos olvidamos de reflexionar y preguntar a nuestro ser, a quien realmente somos, para seguir como siempre, a pesar de todo lo que sabemos y que podría, en principio, cambiar nuestras vidas.
Continuamos sintiéndonos mal, contrayendo enfermedades y yendo a todo tipo de tratamientos médicos y alternativos, seguimos siendo intolerantes, criticones, juzgando a los demás, quejándonos porque el mundo no está al alcance de nuestras perspectivas. El egoísmo y las apariencias nos atrapan en una sociedad en donde tener es más importante que ser.
La realidad requiere de toda nuestra conciencia para que la podamos distinguir ¿cómo podemos saber si nuestro cerebro nos está dando la ilusión de un mundo físico?
La película documental ¿Y tú qué diablos sabes? Filmada hace ya más de una década, puso los puntos sobre las íes en cuanto a que si lo que percibimos es sólo producto de nuestra mente, si somos espectadores, creadores o actores de nuestra vida y circunstancias y si podemos cambiarla.
Recordamos el experimento que reprodujeron en esta película (documental científico), de la doble rendija que muestra que el factor determinante del comportamiento energético, partículas a nivel cuántico, es la conciencia del espectador, es decir, los electrones en la misma condición, a veces actúan como partículas y en otras ocasiones se cambiarían a actuar como onda energía sin forma.
Es algo complicado definir el mundo cuántico, somos realmente maestros de la creación porque decidimos lo que se manifiesta. El campo energético humano está e influye en el campo cuántico que nos rodea en todo momento y el poder de nuestras creencias e intenciones se infunde en nuestro espacio energético porque son fijados por la que tenemos en nuestros pensamientos y emociones, eso es lo que aprendimos de esa película.
También que la fusión de nuestros pensamientos, emociones, creencias e intenciones, que forman el campo energético humano, es la realidad cuántica siempre dentro y alrededor de cada uno de nosotros en cada instante de nuestra existencia.
Aunque se nos ha dicho en repetidas ocasiones, por diferentes estudiosos, maestros espirituales y hasta científicos, es conveniente volverlo a recordar, porque estamos tan inmersos en todas las actividades el mundo exterior, que tendemos a olvidar lo más importante que tenemos: el control y la total responsabilidad de lo que elegimos con nuestra atención a manifestarse fuera del campo en el siguiente instante.
Nuestro poder y capacidad de hacer todo depende exclusivamente de lo que creemos y cómo lo sentimos. Creamos lo que creemos.
Si nuestro cuerpo es una proyección de la conciencia, entonces ésta crearía un modelo energético, para que nuestros átomos y moléculas se alinien para crear los primeros.
Nuestros pensamientos y creencias influyen en el mundo cuántico para crear la realidad material, así nuestros cuerpos físicos, dicen los científicos que han estudiado el tema, son sólo la proyección de nuestra mente, de nuestra conciencia.
Somos mucho más de lo que creemos o de lo que nos han hecho creer, decía mi maestro, para nuestra evolución tendremos que seguir dando pasos hacia adelante, el siguiente es aprender a utilizar y mejorar ese poder que tenemos para cambiar nuestra realidad.
Deepak Chopra dice que” tu cuerpo no es tu verdadero tú, sino la proyección de lo que tú crees sobre ti mismo, ya que somos conciencia pura, creativa e infinita que se manifiesta en la realidad”, podemos tomar control de nuestra vida, nuestra salud y hasta de la velocidad a la que envejecemos, a tal grado que llegaremos a tomar total control de nuestros cuerpos y regenerarlos a voluntad si concientizamos que somos energía y que podemos vibrar a una frecuencia más alta.
Los únicos que pueden impedirlo, somos nosotros mismos, es decir nuestra propia conciencia, nuestro nivel de atención y creencias, afirma el doctor Chopra.