OPINIONES

De pronto el presente se transforma en pasado

Yolanda Pardo

Todos hemos tenido, por lo menos una vez en nuestra vida, la sensación de que lo que estamos viviendo en el momento, ya había pasado y hasta sabemos lo que segundos después vendrá a continuación y no es agradable para la mayoría.
También cuando visitamos un nuevo lugar, así de repente, nos vienen a la mente imágenes guardadas, como señal que ya hemos estado ahí. Esto confunde un poco y nos preguntamos qué está pasando.
Es lo que llaman el déjá vu, expresión francesa que significa ya visto, también conocido como paramnesia, experiencia vivida alguna vez por cerca del 80 por ciento de las personas, que a veces confunde y otras, pareciera, aunque por breves segundos, que nos estamos transformando en videntes o en vaticinadores del futuro, pero no, no es eso, aunque a veces sería de lo más conveniente.
La ciencia lo ha estudiado y este término déjá vu, se usa desde que fue bautizado así por Émile Boirac, parapsicólogo francés, fallecido en 1917. Esta expresión hace referencia a aquellos momentos en los que al presenciar o vivir una situación nueva, se tiene la sensación de haberla experimentado previamente, concepto que, con el tiempo, otros psicólogos fueron ampliando como déjá visité (ya visitado), déjá sentí (ya sentido), déjá vecu (ya vivido).
Algunos científicos, explican que la paramnesia está relacionada con el proceso natural de almacenamiento de la memoria, afirmando que existe un breve retraso a la hora de percibir un estímulo externo y de ahí que la persona tenga la sensación de que ante sus ojos está apareciendo algo que ya ha visto.
Sin embargo, los expertos que se dedican a estudiar los fenómenos del funcionamiento de la mente, aún no tienen una conclusión definitiva y unánime sobre el déjá vu. Algunos afirman que es producto de los sueños o fantasías inconscientes de las personas y relacionadas con alguna situación de gran importancia para ellos. Los neurólogos declaran que es una alteración de la memoria, cuando se recuerda algo que realmente no ha pasado
Pero estudios más recientes revelan, (a reserva de lo que arrojen más investigaciones) tras hacer experimentos con voluntarios, en una especie de paramnesia inducida, que es ni más ni menos que “una señal de alerta que, de producirse, es un indicativo que nuestro cerebro es capaz de cuidar de nuestra propia integridad”. Explican que “el cerebro detecta una memoria falsa, cuando quiere recordar esto, no está almacenado, entonces escanea los bancos de memoria en busca de este recuerdo, es el momento en que se activa la zona de toma de decisiones, sin embargo, el recuerdo no está ahí y es cuando se produce esa extraña sensación, en el momento que el cerebro se rinde y admite que se ha producido un fallo”. New scientist.
Versiones no científicas afirman que es un fallo en la interpretación a lo largo del tiempo, incapacidad de establecer una secuencia detrás de la otra, pero con un retraso en lo que se está viviendo y el tiempo en que el cerebro tarda en registrar el momento.
Las más populares y conocidas desde tiempos inmemoriales, son las que se refieren al campo de la metafísica y de los poderes ocultos. La explicación más extendida sobre el fenómeno de lo ya visto o vivido, es la reencarnación. Una vida anterior del alma del individuo que no puede recordar en su totalidad, sino sólo breves flashazos de ella.
El déjá vu, puede resultar extraño y hasta intranquilizante para muchas personas ya que rompe el orden cronológico y por segundos no se sabe si se está viviendo el presente o regresando al pasado viajando en una cápsula del tiempo, así como en las películas de ciencia ficción.
Para otras personas resulta fascinante, porque al menos por instantes, sienten que tienen el poder de saber lo que enseguida ocurrirá, de predecir su propio futuro, al entremezclarse sin precisión, sin barreras, como en los sueños, el pasado, el presente y el futuro, en una amalgama del tiempo sin tiempo.

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