OPINIONES

Sobre el nuevo modelo educativo de nivel básico

Rafael Alfonso Serrano Cancino

“En Suiza, un país habitado por seres humanos, las mejores escuelas son públicas y todas las universidades son del Estado”

Antecedentes
En mi artículo sobre debilidades del modelo educativo básico vigente me refería a que tanto maestro y como sociedad, no eran factores causales del estado de precariedad en que se encontraba la educación en México, sino que dicho modelo era resultante de un sistema jurídico-político y económico y las deficiencias que este presentaba eran que ignoraba la problemática económica y psicosocial de la sociedad; mostraba incapacidad para enfrentar problemas de inestabilidad emocional, bajo rendimiento escolar, analfabetismo, lento aprendizaje, inasistencia, deserción escolar; tampoco estimulaba la creatividad y desarrollo de la inteligencia, más bien creaba analfabetas funcionales en serie; el maestro era otro objeto en el proceso educativo, que se concretaba a aplicar mecánicamente un programa previamente establecido y los consejos técnicos de los centros educativos no operaban; los índices de analfabetismo en las zonas indígenas de Chiapas son alarmantes, sobre todo en mujeres; el magisterio, representado por un sindicalismo gremial jerárquico y vertical, como todos los trabajadores de México, ha sufrido la brutal depreciación del valor real de su trabajo; el maestro rural trabajaba en condiciones adversas y difíciles no obstante podía ser en potencia un sujeto que dinamizara cualitativamente el desarrollo comunitario; las escuelas normales, formadoras de recursos humanos para la educación, reproducían un maestro con una visión obsoleta de la educación; el modelo estaba orientado hacia el ámbito urbano, no obstante el 65% de la población de Chiapas es rural; el Estado se encontraba en cierta forma maniatado para enfrentar el problema laboral del magisterio, por supuesto costo “político” ante la reacción del enorme gremio magisterial; la política educativa ha estado siempre dirigida por cuadros con inadecuado perfil y operado con una estructura burocrática ineficiente; la población escolar al egresar de un nivel se topaba con un proceso selectivo que detiene el proceso formativo o lo deja a la deriva y el Estado responsable constitucionalmente de la formación del ciudadano simplemente se lava las manos; el sistema escolar no interviene en la formación de técnicos escolarizados; las universidades públicas, parte orgánica real del proceso educativo, permanecen al margen del fenómeno educativo y no obstante contar con una escuela de pedagogía, no han descubierto que esta es una disciplina científica que orienta el complejo fenómeno de socialización y aculturación ciudadana, de ahí que los secretarios académicos universitarios sean agrónomos, economistas o abogados; los padres de familia no participaban como sujetos de apoyo en el proceso educativo, sino eras meros sujetos con muchas obligaciones y ningún derecho y sometidos sumisamente por los caprichos de las direcciones escolares y representados por una persona que no tiene nada que hacer en la Asociación estatal de padres de familia; no existe un Consejo Consultivo de Educación en Chiapas, que esté representado por actores con el perfil adecuado y activado por un Foro Permanente de Educación. En consecuencia, el modelo no contribuía a dar solución a los problemas que enfrenta Chiapas, por lo contrario, su obsolescencia va creando conflictos en todos sus niveles.
Apuntes sobre un Modelo Educativo Pertinente.
Ante dicho escenario y partiendo del principio de que el dinamismo, calidad y grado de desarrollo de un pueblo está determinado por su nivel y calidad cultural y que la educación no obstante su alto costo, es el instrumento que determina el dinamismo y calidad del desarrollo socioeconómico, se propone el cambio de un modelo vigente y obsoleto a otro pertinente, que transforme al ser humano de objeto pasivo a sujeto activo de conocimiento, a fin de lograr que la educación cumpla con su papel de motor del desarrollo contemporáneo, por lo cual se sugieren las siguientes líneas:
Crear el Foro Permanente de Educación en México y en las entidades federativas dirigido por pedagogos expertos, cuya función inicial sea emprender una profunda reforma educativa, con el pleno de los actores responsables que participan en el fenómeno educativo y la participación de la sociedad civil organizada, para el establecimiento de un modelo educativo orientado hacia el condicionamiento y formación psicosocial para el desarrollo de habilidades para la vida, en el que el educando se transforme en sujeto activo de conocimiento.
Orientar el modelo educativo hacia un objetivo de gran visión, que defina el tipo de individuo que se requiere y la sociedad que queremos, integrando el proceso educativo como una unidad no fragmentada, como un todo en el que cada nivel esté en sincronía con el siguiente, rigurosamente planificado, considerando las aptitudes e intereses de los escolares, sin excluir las normas y costumbres que caracterizan al mosaico pluricultural que conforma a nuestra entidad, pero que esto no implique la refuncionalización acrítica de nocivas y excluyentes manifestaciones culturales como la grave marginación que sufre la mujer o el oscuro mundo de las supersticiones.
Establecer y aplicar rigurosamente mecanismos legales que induzcan a los padres a ser responsables en la escolaridad de los hijos y cumplan con la obligatoriedad de enviarlos a la escuela para disminuir efectivamente el rezago educativo real.
Integrar el Registro Civil estatal con el sistema estatal, para que, de acuerdo a la edad y domicilio, al escolar le sea asignado su respectivo centro escolar.
Eliminar barreras burocráticas que contribuyen a impedir que muchos niños en edad escolar no asistan, en la cual la niñez y la sociedad tienen que pagar las consecuencias de la irresponsabilidad de padres y los obsoletos procedimientos de la burocracia estatal, como por ejemplo la exigencia indiscriminada de actas de nacimiento actualizadas, una descarada manera de aumentar ingresos públicos.
Plantear acciones de justicia universal para dar atención a hijos de ilegales extranjeros, que residen en México, sin que para esto intervenga el INM. Recordemos que México ha exigido este derecho en Estado Unidos.
Aplicar con rigor la ley de educación gratuita, eliminando las cuotas voluntarias que condicionan el derecho a ingreso y son una manera sutil de ir gradualmente privatizando la educación.
Aumentar de acuerdo a la norma mexicana y las necesidades sociales, el presupuesto a la educación, pero no en infraestructura suntuaria que enriquece a contratistas y funcionarios o en enorme gasto administrativo sino con un enfoque sustantivo que priorice en la calidad de los recursos humanos, es decir en el personal docente y su desarrollo cualitativo.
Establecer que la planeación del desarrollo educativo estatal sea dirigida por doctores o maestros en pedagogía certificados y no por maestros de primaria, eliminando así las expectativas voluntaristas manifiestas en personas que no cubren el perfil para dirigir una actividad social tan compleja e importante. El secretario de educación pública debe estar apoyado por personas con la capacidad académica indispensable para planificar y evaluar el proceso educativo desde el nivel preescolar hasta el doctorado universitario y además diseñar las políticas de desarrollo científico y tecnológico, de esta manera no habrá esa vergonzosa sobreoferta de maestros aspirantes a una plaza o de preparatorianos intentando entrar a la universidad.
Eliminar los contrastes abismales entre una escuela y otra, como son los casos del desempeño cualitativo entre una escuela de gobierno del centro de Tuxtla Gutiérrez y otra la colonia las Granjas o de los Altos de Chiapas.
Rescatar las normales rurales, no desaparecerlas, tomando en cuenta que el 60% de la población en edad escolar de Chiapas es rural y una de las causas por el pobre desempeño e impacto en procesos cualitativos de educación en el campo se debe en gran parte, a que el Estado envía a una comunidad agropecuaria a un maestro formado para atender a población urbana e incluso, le da el mismo trato a un egresado de una normal privada y pública que al egresado de una normal rural, lo cual no es una política pedagógica pertinente.
Vincular orgánica y metodológicamente el proceso educativo directamente a la producción y diversificación económica, a la creación de cultura (ciencia, arte, tecnología, jurídico-normativo y tradición), al desarrollo de la salud (física, psíquica y social) y a la conservación y reconstitución del ambiente, es decir a la realidad. Logrando así que el alto costo de la inversión en la educación sea una inversión redituable.
Uso de medios masivos de comunicación como herramienta que active y acelere los procesos de concienciación, socialización y aculturación ciudadana.
Abordar eficazmente el problema de inestabilidad emocional que agobia a la población escolar de Chiapas y que está ligada a la pobreza, a la disfunción y maltrato familiar, alcoholismo, drogadicción e inseguridad que influyen en el proceso escolar y que las autoridades educativas ignoran.
Promover el desarrollo cultural de la equidad de género, la tolerancia a capacidades diferentes, diferencias socioeconómicas y la pluralidad étnica.
Planificar la demanda social de técnicos y universitarios y por medio de un proceso previo de selección psicopedagógico que oriente con criterios sobre aptitudes e interés, orientar a la población egresada, hacia los distintos niveles del sistema escolar, evitando así, sufrir la vergonzosa experiencia del rechazo y detención del proceso de formación que se observa en el actual sistema escolar fragmentado cuando el egresado ingresa al siguiente nivel.
Realizar una profunda reingeniería de procesos administrativos de la secretaría de educación e integrar las instituciones federal y estatal, cuyas funciones son idénticas y crear la participación consultiva federal.
Realizar una negociación entre sindicatos-sociedad y Estado, para eliminar las tensas relaciones entre magisterio y gobierno y dar atención con justicia a las demandas magisteriales y dignificar el fundamental rol de maestro en el proceso de desarrollo social.
Bifurcar el proceso educativo hacia dos líneas fundamentales:
Técnica escolarizada: el sistema educativo se encargará de capacitar técnica y formalmente a la población que no se dirija al nivel superior. Su implementación se podría realizar al término de la primaria en el nivel rural o secundaria en el ámbito urbano. A través de filtros de promedios de rendimiento escolar, exámenes, etc. se puede seleccionar que población es apta para el nivel técnico o para el nivel superior. De tal manera estaríamos planificando el desarrollo de la población en formación y no esperar que termine la preparatoria para reprobarlo y dejar a un individuo en el inicio de su proyección social a la deriva, a un alto costo social y económico e iniciaríamos una nueva etapa con albañiles, plomeros, agricultores, herreros, etc. escolarizados, impactando eficazmente en la productividad social.
Aunque mi artículo versa sobre educación Básica, me permito hacer ciertas consideraciones. El nivel superior dentro de una visión contemporánea y universal, debe crear los cuadros de profesionistas capaces de atender las necesidades que exige la realidad estatal y nacional, por lo tanto, desarrollar con estricto equilibrio las funciones de docencia, extensión e investigación e integrarse orgánicamente al sistema educativo. El nivel universitario, de naturaleza especializada, debe de una vez por todas integrar su programa académico de formación científica desde el propedéutico hasta el doctorado y no esperar que egrese el alumno para recordarle que existe la ciencia y además dicho programa debe abordar desde enfoque multidisciplinario los problemas que demanda el entorno socioeconómico de Chiapas, como la actual problemática del sistema educativo. La praxis científica se convierte en una actividad cotidiana de la formación universitaria y no un privilegio de unas cuantas vacas sagradas, ocupadas en investigar temas intrascendentes.
Estrategias:
Sugerimos una serie de estrategias que hagan viable la puesta en marcha del modelo:
De coordinación:
Fortalecer urgentemente la participación activa de los padres de familia en el proceso educativo, como punto de equilibrio entre la tensión existente entre gobierno y magisterio, partiendo de subcomités de padres desde el aula hacia el comité general escolar o asociación de padres de familia, con participación en los consejos técnicos escolares y no como actualmente funciona, en la que el padre de familia es sólo una figura que contribuye económicamente, se encuentra maniatado a las decisiones autoritarias de la dirección de las escuelas y observa pasivo los conflictos magisterio-gobierno.
Promover la transversalidad que active la participación interinstitucional e intersectorial.
Promover la participación activa del magisterio en la formulación de la política educativa y en la instrumentación de programas.
Reestructurar a fondo las escuelas normales, formadoras de futuros maestros, estableciendo una diferencia entre escuelas públicas y privadas y dentro de las escuelas de gobierno distinguir categóricamente entre un maestro rural y un maestro urbano. El Estado debe recuperar su autoestima e implementar medidas para proyectar que las escuelas normales públicas sean de mejor calidad que las privadas, tal como sucede con las universidades.
Ampliar las relaciones de intercambio en el ámbito nacional e internacional.
Eliminar la absurda y facciosa diferencia entre una escuela de gobierno y otra federal, por ser un mecanismo que entorpece procesos pedagógicos y aumenta sustancialmente los costos administrativos.
Democratización de las prácticas sindicales magisteriales, a través de la horizontalización de procesos y eliminación de camarillas, fácilmente cooptables por grupos de poder político y económico.
De operación:
Modificar la currícula de formación de docentes de educación básica y media en escuelas normales. Nuestros maestros deben manejar conocimientos teórico-prácticos relacionados con la producción económica, con el arte y con la salud, de manera que sean los facilitadores que dinamicen la misión del sistema educativo: promover el desarrollo social, con las especialidades urbano y rural.
Reforzar pedagógicamente la planta docente de las escuelas normales formadoras de maestros. Este es el área clave para incidir en el desarrollo cualitativo del proceso educativo, es decir para su modernización y en la determinación de la calidad en la formación de los futuros maestros. Es probable que se requiera la jubilación dinámica de maestros ya formados tradicionalmente, que ocupan un puesto como docentes en los centros educativos formadores de docentes a nivel básico y medio y que ya no son viables a adecuarse al cambio de modelo y son los directamente responsables de la deficiente formación de los maestros egresados.
Realizar un proceso sistemático de certificación de todos los maestros que ocupan plazas desde el nivel preescolar hasta los doctorados y contratar por examen de oposición a nuevo personal docente. Este punto debe distinguir el perfil formativo entre rural y urbano.
Estas líneas propositivas, son meras sugerencias a tomar en cuenta, para los tiempos actuales, en que cada vez la importancia de la educación se acentúa como determinante en el desarrollo de la sociedad contemporánea y que espero motive a la reflexión.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *