OPINIONES

Ese 98 por ciento no se podía ignorar

Yolanda Pardo

Las palabras modifican los genes

Hasta hace pocos años, el 98 por ciento de nuestro ADN era considerado como oscuro o basura porque no habían encontrado una función concreta, pero ahora se sabe que su importancia rebasa las cuestiones médicas y científicas, ya que está relacionado hasta con nuestra evolución espiritual. En cuanto a la ciencia, después de estudiarlo más a profundidad, apenas descubrió que incide en la regulación de los genes cercanos al controlar o modular la expresión y absorber los cambios en el genoma y ayuda a determinar la aparición y evolución del cáncer con lo que se podrán personalizar los tratamientos para dicha enfermedad y de otras, de acuerdo con las características de cada individuo. Pero aún hay más.
Estos descubrimientos que se dieron a conocer por el 2012, han dado lugar a que la ciencia médica se replanteé el estudio de nuevos tratamientos a seguir, no sólo para el cáncer, sino para otras enfermedades, ya que hasta ahora se aplicaban considerando sólo el dos por ciento del genoma que erróneamente, era el único que se consideraba útil, porque es el que codifica las proteínas, lo que produjo fallidos tratamientos con impactos psicológicos y efectos colaterales.
De acuerdo con investigaciones en las que especialistas llevan años escudriñando, el genoma humano tiene al menos cuatro millones de interruptores que residen en trozos de ADN que anteriormente se calificaba como basura y resulta que juega un papel primordial en el control de cómo las células se comportan ya sea formando órganos, sistemas o tejidos, por citar algunas de sus importantes funciones.
Estos descubrimientos dan la pauta para mejorar la salud humana y su conciencia, porque varias enfermedades muy complejas y a veces difíciles de diagnosticar, parecen ser causadas por pequeños cambios en ciertos interruptores de genes. Así que el ADN por mucho tiempo mal llamado basura y actualmente el segundo ADN, por algunos, contiene instrucciones para las proteínas, un complejo sistema que controla los genes, mínimo un 80 por ciento es activo y necesario, el restante tiene funciones superiores que los científicos apenas están descifrando pero que maestros espirituales ya lo han dado a conocer.
Actualmente especialistas de casi todo el mundo, continúan investigando ese 98 por ciento en su totalidad que habían descartado por considerarlo ADN basura, pero bien sabemos que la naturaleza no permite el desperdicio y era ilógico considerarlo inútil. Todo tiene su razón de ser.
La metafísica Ximena Duque Valencia lo califica como el ADN cuántico que asegura es todo aquello que la ciencia y la medicina ha llamado ADN chatarra y es lo que nos conecta con nuestra divinidad “es lo que nos permite vivir en un estado atemporal he limitado en plena conciencia de que nuestro origen es divino y que nuestra naturaleza es amor infinito. Como tal fluimos en todo lo que es, desde la perfección absoluta”. ¿Es o no importante?
Por su parte la doctora Suzanne Lie, al hablar de la función superior y espiritual del ADN basura, dice que es en realidad la llave para volverse el cuerpo de luz, basando en parte su afirmación en el libro “Medicina Vibracional” del doctor Richard Gerber, cardiólogo intervencionista, entre otras especialidades, en Salinas California, quien concluye que la materia, incluyendo las células humanas, son en realidad luz congelada, que se ha desacelerado en vibración tornándose sólida.
Coincidió en fechas la publicación del doctor Gerber y el libro alemán titulado “La inteligencia interconectada” en el cual, sus autores Fosar y Bludor revelan una exhaustiva investigación rusa de la admirable relación entre el ADN basura y la luz.
Otros investigadores rusos como el biofísico y biólogo molecular, Poponin Garjajev, descubrieron que el ADN basura (que sirve como un depósito de datos y comunicación) y el lenguaje, comparten la misma estructura sin necesidad de ningún ADN codificante, sólo con nuestras palabras podemos influir en nuestros genes, lo cual resulta asombroso, ya que depende de cada individuo modificarlo para bien o para mal.
Garjajev ha explicado por qué las afirmaciones, la hipnosis y análogos pueden tener un efecto poderoso en los humanos y sus cuerpos, cuanto más elevada tenga la conciencia más será el resultado, ya que el ADN basura en el tejido vivo, siempre reaccionará a los rayos láser modulados por medio del lenguaje, incluso a las ondas de radio, si las frecuencias más elevadas son usadas para proyectar el mensaje.
A los científicos les llevó más de 20 años descubrir que el ADN basura eran datos, en lugar de química conteniendo códigos. Fueron los lingüistas quienes lo descubrieron, al ver los patrones del lenguaje en lugar de patrones químicos.
Los humanos prácticamente, según revelaron investigaciones, son receptores flotando en un mar de frecuencias de luz. Una nueva conciencia está llegando y con ella una nueva sabiduría, concluye la doctora Lie.

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