DESTINOS

Querétaro

Querétaro es un excelente sitio para comenzar un tour colonial por México. Esta hermosa ciudad habitada por aproximadamente medio millón de personas se asienta en la intersección de dos carreteras federales, la 57 (México-Piedras Negras, Coahuila) y la 45 (Portezuelo, Hidalgo-Ciudad Juárez, Chihuahua). Querétaro se ubica a sólo dos horas y media (220 kilómetros) de la ciudad de México, y es por ello que se ha convertido en una especie de satélite para la gran capital mexicana. Diversas plantas de manufactura se han establecido en las afueras de Querétaro, lo cual atrae a cientos de hombres de negocios que viajan a diario desde la capital. La economía queretana se basa en la agricultura, la cría de ganado y la industria. También se trabajan piedras como la amatista, el ópalo y topacio. Sus minas son ricas en mercurio, zinc y plomo.
La ciudad ha preservado su centro histórico y ha tomado medidas para embellecerlo aún más. En 1996, la Zona de Monumentos Históricos de Querétaro fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su inscripción se basó en criterios culturales que la consideran de gran valor universal y un ejemplo excepcional de ciudad colonial, cuya traza simboliza a su población de origen multiétnico. En la ciudad también pueden admirarse bellos ejemplos arquitectónicos de los siglos XVII y XVIII. Querétaro resguarda diversos tesoros y sus habitantes son orgullosos y amigables embajadores de ellos. El centro histórico de la ciudad presume encantadoras casonas coloniales, amplios andadores que invitan a pasear y pintorescas plazas que conservan su calidez colonial. Para conocer esta ciudad, te invitamos a abordar el bus de doble piso que recorre sus puntos más atractivos.
Querétaro fue fundada en 1531 por los monjes franciscanos. Literal y metafóricamente, la ciudad es un importante cruce de caminos en la historia de México. Cuatro de los acontecimientos más significativos para el país ocurrieron aquí. El primero fue la planeación de la independencia de España, en 1810. Más tarde, en 1848, los Tratados de Guadalupe Hidalgo fueron ratificados en este sitio y con ello se dio fin a la guerra contra Estados Unidos, en la que se cedió a este país 55 por ciento del territorio mexicano original. En 1867, el archiduque de Austria Maximiliano de Habsburgo fue ejecutado en un cerro que mira a la ciudad. Finalmente, aquí fue firmada la Constitución de 1917 que rige al país en la actualidad. El estado de Querétaro ofrece una amplia variedad de atractivos naturales, históricos y recreativos. En la parte norte de la entidad se encuentra la Sierra Gorda, cuyas montañas revestidas de pino ceden su espacio a ondulantes cerros y fértiles tierras hacia el sur. La mayoría de visitantes invierte buena parte de su tiempo en conocer a fondo la hermosa capital, que ofrece a la vista su encantadora arquitectura, y alterna plazas tranquilas para el descanso con andadores llenos de color y detalles coloniales.
Tequisquiapan y San Juan del Río son los destinos ideales para pasar un día fuera de la ciudad. La región de la Sierra Gorda, al norte de la capital, resguarda varias misiones de hechura franciscana, fundadas por Junípero Serra (quien también edificó las misiones de California) y que datan de 1750. Estas Misiones de la Sierra Gorda de Querétaro fueron designadas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003. Para quienes practican golf, Querétaro ofrece 81 hoyos de juego en excelentes campos con todas las facilidades. La renovada orquesta sinfónica se presenta en el moderno Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez. En Tequisquiapan, los spas con aguas termales han adquirido renombre por sus beneficios terapéuticos. Las zonas arqueológicas de Toluquilla y Las Ranas, cerca de la ciudad de San Joaquín, muestran el legado de los chichimecas y huastecos.

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