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Cada día crece más el culto a la Santa Muerte

Existen más de cinco millones de creyentes en la Santa Muerte y en todo el Continente Americano son más de 12 millones incluyendo la comunidad blanca y negra de los Estados Unidos de Norteamérica

Las iglesias católicas romana, la apostólica ortodoxa independiente y mexicana no aceptan esta clase de cultos

José Ángel Gómez Sánchez l En México existen más de cinco millones de creyentes en la Santa Muerte y en todo el Continente Americano son más de 12 millones incluyendo la comunidad blanca y negra de los Estados Unidos de Norteamérica.
La familia José Altamirano me permitió acompañarlos para hacer esta nota y observar el altar que tienen en su domicilio de la segunda poniente entre séptima y octava norte, “te ofrecemos esta veladora para que nos abras los caminos de trabajo y negocio”, empezó diciendo Víctor Hugo José Zuarth originario de Villaflores y que casi toda su vida ha sido devoto de la “Niña Blanquita” como también se le conoce.
“Aquí vengo ante ti y a tu santo altar en compañía de los amigos que nos acompañan te pedimos que los bendigas y los cuides en sus caminos, tu eres la que nos da permiso”. Siguió en su rezo el creyente.
Es una familia con 16 años de casados, ellos tienen un altar de la Santísima Muerte, “Nosotros te pedimos tu permiso, porque tenemos que pedirte permiso porque este es tu lugar íntimo y gracias que nos des la oportunidad para que de esta manera te conozca más gente, que te conozcan que eres una santita, una santita muerte de corazón que ayudas, que sirves, que proteges y que no eres mala, que no haces maldad que solamente ayudas”.
En el altar a “La Patrona” sus devotos le ofrecen frutas, dulces, dijo la esposa de Víctor, la señora Mérita Altamirano Escobar, quién es creyente en la Santa Muerte, “Siempre debe tener su agua, su veladora, sus flores, también su aguardiente, dinero, sus incienso nunca debe faltar y en éstos momentos le estamos dando su coco, cocada, sus dulces naturales a ella le gusta mucho”.
El culto se ha vuelto popular y la Niña Blanca es venerada cada mes, contrario a lo que ocurre con los Santos católicos que una vez al año se le celebra su día, y el altar más famoso se ubica en Tepito en la Ciudad de México,
Estas familias inculcan a sus niños la devoción por la Santa Muerte desde muy pequeños, como Hugo Enrique José Altamirano que de tan solo siete años ya sabe rezarle, “Santa Madre que nos ayudes a protegernos de todo que nos bendigas y nos protejas como tú lo dices, creo en ti”.
Los devotos llevan dijes, aretes, anillos, tatuajes de la Santa Muerte como una forma de plasmar su fe.
Las iglesias católicas romana, la apostólica ortodoxa independiente y mexicana no aceptan esta clase de cultos, lo deja en claro el párroco de la Santísima Trinidad, Ángel Gustavo López Mariscal, “No tenemos por qué darle ya culto ni mencionarla sabiendo que la muerte es ausencia de la vida”.
El párroco de la iglesia ubicada en la Penipak añadió, “Cristo es la vida yo soy el camino, la verdad y la vida por lo tanto quiénes adoran la Santa Muerte de alguna manera están en contra de Cristo que es la vida”.
López Mariscal agregó, que “Desde el punto de vista antropológico pues la muerte se puede terminar como el final de un ciclo y la vida es la esperanza de todo”.
Mientras que para el arzobispo patriarca de la Iglesia Católica Ortodoxa de San Pascual Bailón, Rogelio Carrillo Hidalgo, recuerda que hace años en esa iglesia era permitido tener la imagen de la Santa Muerte, “Lo malo pues lo hemos quitado, tuvieron aquí en el anexo de la iglesia la imagen de la Santa Muerte que en su momento les admitieron traerlo no era propiedad de la iglesia”.
Dijo que apegados a sus normas el tener a esa imagen no era apropiado para la iglesia ortodoxa, por eso “No permitimos aquí veladores esotéricas, curadas con polvos y con leyendas nada, únicamente veladoras blancas”.
Aseguró que hoy por hoy en la iglesia de San Pascualito no hay espacio para la magia negra, “No la compartimos, ni está en nuestro cuerpo de creencias y pues si alguna persona lo quiere hacer, siente que está bien pues que lo haga. Nosotros no obligamos a las personas a que crean en tal o cual cosa, no la promovemos, no es parte de nuestra creencia y aquí no se hace”.
Por eso la Iglesia Católica, Apostolical, Ortodoxa Independiente Mexicana de San Pascual Bailón de Tuxtla Gutiérrez trabaja en el rescate de las tradiciones, “como las posadas, que la mujer se cubra la cabeza en señal de sumisión a Dios, no a nosotros y en desechar acciones de maldad”.
Desde hace seis años el Arzobispo Patriarca inició una lucha que le ha permitido de a poco cambiar la impresión de esta iglesia ortodoxa y hoy han regresado los que se habían ido, “Lo que vale la pena pues hay que rescatarlo, consolidarlo, fortalecerlo y lo que no pues rechazarlo, quitarlo eso es algo que nos hace daño”.
Con pena recuerda que anteriormente con el Arzobispo que estaba se dio mucha libertad, “vinieron muchas personas a hacer de las suyas aquí vinieron muchos charlatanes de brujería que explotaron a la gente, a la buena voluntad o a la necesidad de las personas se valieron de ellos hubo incluso hasta demandas de pseudo curanderos, vine a limpiarla en todo tanto de la estructura física como la espiritual llevar a cabo una limpia total de la iglesia”.

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