JUSTICIA

No sabía lo que pasaba en Topo Chico: el procurador

Ciudad de México l El procurador General de Justicia de Nuevo León, Roberto Carlos Flores Treviño, admitió que la situación de sobrepoblación carcelaria que había en el Penal Estatal de Topo Chicho no era una situación privativa de dicho centro penitenciario.
“Es una situación que se da en todas las cárceles del país, en Topo Chico rondaba con al menos 30 por ciento de saturación, situación que en algún momento dificultó mantener el control”, indicó en entrevista.
Cuestionado sobre si “hasta sus oídos nunca llegó la serie de irregularidades que prevalecían en el penal antes del motín que dejó un saldo de 49 reos muertos y 12 heridos, desde arbitrariedades, abusos, cobros de piso.
Al respecto, “el funcionario dijo no saber nada” puesto que todo ello tendría que haber sido denunciado en su momento por la autoridad respectiva.
En breve entrevista telefónica, Flores Treviño mencionó que se mantienen abiertas carpetas de investigación y que hasta el momento solo hay tres personas imputadas por los hechos ocurridos, una de ellas es la exdirectora del Penal de Topo Chico, Georgina Salazar Robles.
“Hasta el momento, el Ministerio Público ‘decretó prisión preventiva’, por lo que los ahora imputados no alcanzan derecho a fianza y continuarán su proceso encerrados.”
El procurador General de Justicia del Estado de Nuevo León dejó en claro que nunca pidieron el retiro de los militares de las cárceles; fue un convenio que se firmó por el cambio de Gobierno. Entonces “habría que seguir protocolos, nosotros los seguimos, pero no para sacar o pedir que se fueran los militares”, aclaró.
Además, precisó que ayer concluyó la entrega de cuerpos a los deudos, y refirió que todos fueron reos.
Asimismo, dijo estar en la mayor flexibilidad para ayudar a las investigaciones que realiza por su parte la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al día de hoy, 49 muertos y 12 heridos, las familias de los internos de Topo Chico pueden estar seguros que “los reos gozan de mejores condiciones, comida sana en un mejor ambiente”, señaló Roberto Carlos Flores Treviño.
No estaban haciendo nada
Horas antes, el mismo Flores Treviño expresó en los medios que frente a la serie de anomalías que se tenían en el señalado penal –más de cien “tienditas” que expendían toda serie de artículos, sin coto alguno-, las autoridades del reclusorio “evidentemente no estaban haciendo nada. Precisamente, es una de las causas por las que están detenidos y procesados, ante situaciones totalmente irregulares”.
Expuso que el Ministerio Público ya le había reportado que los señalados líderes presuntamente culpables de “la masacre”, como él mismo la denominó, “tenían ahí celdas hasta con (baños de) vapor y pantallas de 50 pulgadas, que tenían en su poder”.
¿Respecto a la identificación de los cadáveres?, se le preguntó.
El procurador neoleonés explicó que el problema inició a las 11 de la noche del día jueves, y ese día, a esa hora, había dos eventos que se desarrollaban en diferentes partes: “uno, en una brecha de China, Nuevo León, y otro en un suburbio en Monterrey en donde hubo tres muertos más. Esos mismos cadáveres llegaron aquí al Forense y entonces, de los cadáveres, se habló de 52, cuando se hace el recuento por parte de Servicios Periciales, se determina que, efectivamente, del penal se tenían solo 49”.
Flores Treviño aclaró entonces que desde un principio Servicios Periciales “me reportó la identificación positiva de todos y cada uno de los 49 como internos del penal”.
A la fecha, dijo ante una pregunta concreta, dos cuerpos no han sido reclamados; “esperamos que en las horas de la mañana de hoy (ayer) sean entregados”.
Medidas radicales
Por su parte, el presidente del PRD, Agustín Basave, se quejó de que las cárceles del país “son una bomba de tiempo”; no puede verse el motín en Topo Chico “como un hecho aislado, mediático”; el problema es “de mucho más fondo, exige que se tomen medidas muy radicales para el manejo penitenciario”, aseguró.
En conferencia, dijo que “muchos de estos centros, son controlados por los prisioneros, sobre todo por quienes son los más peligrosos e incluso los visitadores, (de la CNDH) y los visitantes, han sido recibidos con armas de fuego por los internos”.
Agregó que cada vez que hay un problema de estos, “se toma como un hecho aislado y se hace algún escándalo mediático, pero ahí queda” y que el problema es de mucho más fondo, “exige que se tomen medidas muy radicales para el manejo de los centro penitenciarios”
Mencionó casos patentes, flagrantes, de cómo los propios internos, los presos, controlan las cárceles, “todo se paga, todo se compra, por todo se les cobra”, denunció que mucha población recluida, incluso más de la mitad de ella, “no está sentenciada y son los mismos reos quienes padecen las consecuencias”.
Expresó que específicamente, “quienes murieron en Topo Chico”, se encontraban en esta situación, “hubo quienes dijeron, bueno pues, se mataron entre ellos, son criminales, como si no tuvieran derechos humanos, pero además, como digo, ‘muchos de ellos ni siquiera estaban sentenciados’, ese es un problema gravísimo”.

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