INTERNACIONAL

Enviado de ONU visita Siria tras acuerdo para cese el fuego

Ginebra l El enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, se reunió ayer en Damasco con autoridades sirias en busca de implementar la tregua pactada la semana pasada en la Conferencia sobre Seguridad en Alemania.
El acuerdo fue pactado por Rusia y Estados Unidos para un cese gradual de las hostilidades en Siria hasta lograr un alto el fuego que entraría en vigor el próximo viernes.
De Mistura y el ministro de Exteriores de Siria, Walid al Mualem, se reunieron este martes para abordar el cese de las hostilidades y la entrada irrestricta de asistencia humanitaria para los más vulnerables.
En especial se pide la entrada de ayuda humanitaria a las zonas asediadas tanto por las fuerzas del gobierno, la oposición y el grupo armado Estado Islámico (EI), confirmó en rueda de prensa en Ginebra, el portavoz de la ONU, Ahmad Fawzi.
Sin embargo, la noche del lunes el presidente de Siria, Bashar al Assad, en un discurso transmitido por televisión, afirmó que no habrá alto el fuego en el corto plazo.
Agregó que no habrá diálogo con el bloque de oposición, formado por políticos en el exilio y comandantes milicianos, y no habrá transición política fuera de la actual Constitución.
A pesar de las declaraciones del mandatario, De Mistura mantiene el optimismo de poder reunir a las partes en una nueva ronda de negociaciones de paz en Ginebra para lograr una salida política al conflicto y la distribución de ayuda humanitaria.
“El plan de reanudar las conversaciones el próximo 25 de febrero, o antes si es posible, se mantiene. La degradación de la situación solo hace más evidente que no se puede esperar más”, señaló Fawzi.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) condenó por su parte los bombardeos contra hospitales en Alepo y en ciudades controladas por la oposición.
El lunes, al menos cuatro hospitales y una escuela fueron alcanzados en los ataques aéreos en Siria, los cuales pueden constituir crímenes de guerra en caso de comprobarse que fueron deliberados.
En Maarat al-Numan, en Idlib gobernación, dos hospitales fueron atacados, incluyendo uno que funcionaba con el apoyo de Médicos Sin Fronteras (MSF).
Según informes, el hospital de MSF fue alcanzado por cuatro misiles, que presuntamente mató a nueve personas e hirió a otras 30. El Hospital Nacional de Maarat al-Numan también se vio afectado con tres muertos y seis heridos.
Un hospital materno-infantil en la ciudad de Azaz, a unos 30 kilómetros de Alepo, también fue golpeado el lunes, con 13 personas muertas y decenas de heridos. El nosocomio, que es apoyado por la ONU, había sido golpeado con anterioridad, el 25 de diciembre de 2015.
Un segundo hospital de la ciudad, el Hospital General, también fue bombardeado y resultaron siete muertos y 23 heridos.
También en Azaz, una escuela que albergaba desplazados internos (IDP), fue golpeada por ataques aéreos el lunes, matando a 14 personas, detalló el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville.
“Estamos gravemente preocupados por estos ataques constantes y repugnantes en las instalaciones médicas en el conflicto sirio”, expresó.
“Si bien aún no está claro si estas instalaciones médicas fueron atacadas intencionalmente, el gran número de incidentes plantea enormes signos de interrogación sobre el fracaso de las partes en el conflicto a respetar las protecciones especiales concedidas a los centros médicos y personal en virtud del derecho internacional humanitario”, subrayó.
El derecho internacional humanitario protege en especial a los hospitales, unidades médicas y personal de salud, y el artículo 3, común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 que es vinculante para todas las partes en el conflicto en Siria, establece proporcionar asistencia médica a los heridos y enfermos.
Los ataques a hospitales y otras instalaciones médicas en Siria comenzaron en 2012.
Colville recordó que el informe de septiembre de 2015 redactado por la Comisión de Investigación sobre Siria, titulado “Asalto a la atención médica en Siria”, enumeró una serie de ataques en hospitales y unidades médicas en los últimos cuatro años en este país.
Asimismo, citó numerosos ejemplos en que a los enfermos y heridos se les niega de manera deliberada la asistencia médica, en especial por las fuerzas gubernamentales y las milicias progubernamentales.
Desde que comenzó el conflicto, en marzo de 2011, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha documentado 640 muertes de personal médico en el contexto de la guerra.
“Esta cifra es astronómica y atroz”, calificó el portavoz del ACNUDH, tras enfatizar que todas las partes, incluyendo el gobierno de Siria ayudado por bombardeos de Rusia, han atacado infraestructura civil esencial como instalaciones médicas, escuelas, panaderías, entre otras.
La escalada del conflicto en Alepo y sus alrededores es de gran preocupación, ya que los civiles siguen sufriendo las consecuencias, añadió Colville.
A partir del lunes, se cuentan 58 mil desplazados internos que han huido hacia la frontera de Siria con Turquía y quienes, según la ley internacional, tienen derecho a pedir asilo y a que ese país les abra sus fronteras.
Además, la población de Alepo está en extrema necesidad de un alto el fuego inmediato y de recibir ayuda humanitaria sin obstáculos.
Sin esa ayuda, decenas de miles de civiles en las ciudades y en pueblos a través de la gobernación serán dejados a su suerte y estarán expuestos “a los ataques aéreos, asesinatos en masa, destrucción de infraestructura restante y se verán privados de la asistencia que tanto se necesita”.
Desde el punto de vista del derecho internacional y humanitario en Siria “cualquier regla en la que uno pueda pensar se ha roto”, deploró el portavoz de la ACNUDH.

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