JUSTICIA

Vigilaron evaluación 3.3 policías por cada maestro en 4 Estados

Ciudad de México l Para la primera etapa de la aplicación del Examen Nacional de Conocimientos, Habilidades y Competencias Docentes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reportó que un total de 131 mil 556 docentes acudieron al examen en todo el país, es decir, se tuvo una participación del 95 por ciento.
En el caso particular de los Estados de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, el Gobierno federal echó mano de aproximadamente 29 mil policías federales y de la Gendarmería Nacional para resguardar la seguridad de ocho mil 587 docentes, lo que significa que cada profesor estuvo resguardado por tres elementos de la Policía Federal (3.3 policías federales por cada docente), lo que permitió que el operativo tuviera un alto grado de efectividad.
De estos cuatro Estados donde el Gobierno federal detectó focos rojos y, por tanto, tomó las riendas de la seguridad de los maestros, solo en Chiapas donde el proceso de evaluación se realizó el 8 de diciembre, pese a que estaba programado para una fecha posterior se reportó la muerte de un maestro, luego de que sus compañeros tomaran un autobús, le colocaran bombas molotov y lo lanzaran contra policías federales que resguardaban la sede de la prueba, lo que provocó que “los explosivos caseros detonaran, provocando que la unidad se incendiara y se perdiera el control de la misma” y que el profesor fuera atropellado por el autobús.

Michoacán

Michoacán fue uno de los primeros Estados donde se llevó a cabo la prueba magisterial el pasado 21 y 22 de noviembre, a la cual acudieron mil 674 docentes.
Para garantizar la evaluación de docentes en Michoacán, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) envió al Estado ocho mil elementos de la Policía Federal, quienes se instalaron en las diferentes sedes donde se aplicaron los exámenes, además de vigilar las carreteras de la entidad.
De esta forma, la aplicación del Examen Nacional de Conocimientos, Habilidades y Competencias Docentes tuvo todas las garantías de seguridad para que los maestros pudieran realizar sus pruebas sin riesgos.
En este Estado, la CNS desplegó elementos en diferentes municipios, en coordinación con elementos de varias corporaciones, para resguardar e impedir que se alteren las actividades cotidianas de los ciudadanos.
También participaron elementos de la División de Seguridad Regional, quienes contaron con el apoyo de helicópteros y dos aviones 727 de la Policía Federal, los cuales efectuaron vuelos para transportar policías a la entidad.

Oaxaca

Tras Michoacán siguió Oaxaca, uno de los Estados más convulsionados por el magisterio. Aquí, la SEP reportó que participaron dos mil 737 sustentantes de formación básica y media superior, por lo que en esta entidad, el Gobierno decidió engrosar el número de elementos policiacos enviando a 10 mil efectivos, quienes se agregaron a las autoridades policiacas para garantizar el desarrollo de la evaluación docente.
Previo a la evaluación, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, dijo en su momento que así como arribaron a Michoacán, a Oaxaca comenzaría a llegar personal de la Policía Federal para resguardar la sede de la evaluación, la cual se convirtió en un bunker.
Pese a esto, no ocurrió nada.

Guerrero

En Guerrero, las autoridades federales y estatales decidieron tomar todas las precauciones, por lo que se decidió que seis mil policías federales y de la Gendarmería Nacional resguardaran la seguridad de los docentes, para lo cual se colocaron seis filtros de vigilancia o retenes, cuatro de resguardo y uno de revisión para blindar la sede del examen: el centro de convenciones Mundo Imperial, en Acapulco Diamante, e impedir que maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) lo boicotearan.
Pero lo lograron, ya que el día de la prueba, un grupo de maestros logró ingresar al lugar de la evaluación y desconectó las computadoras, lo que provocó que varios profesores abandonaran su evaluación.
Autoridades estatales informaron que de los cuatro mil 100 maestros que fueron notificados para la evaluación, tres mil 14 entregaron sus documentos para el examen.
En Guerrero, se informó que de los dos mil 537 profesores que participaron en el proceso de evaluación el pasado 3 de diciembre, mil 960 continuarían con su evaluación, luego que un grupo de maestros intentó sabotear la prueba.
Un día después, la Secretaría señaló que solo mil 64 concluyeron dicho proceso. A ellos se sumaron otros 641 sustentantes, de los cuales 524 correspondían a quienes no lograron terminar la prueba el 3 de diciembre. El número de participantes que reportó en ambos días (3 y 4 de diciembre) fue de dos mil 77, aunque los datos corresponden a un universo de mil 705.
Para el 11 de diciembre, cuando se aplicó la evaluación que habría sido reprogramada para 577 docentes de Guerrero, la SEP afirmó que con esta cifra se alcanzaron dos mil 537 de los programados el 3 de diciembre, a los que se sumaron 135, por lo que dio un total de dos mil 672; sin embargo, en el conteo final dado del 13 de diciembre, la cantidad aumentó a dos mil 808, lo que implica 136 profesores adicionales.

Chiapas

Finalmente en Chiapas, la CNS decidió enviar a cinco mil efectivos de la Policía Federal para garantizar el desarrollo de la evaluación educativa; pero no fue así, ya que se dieron una serie de incidentes que dejaron como saldo varios policías federales heridos, maestros detenidos y uno más muerto.
De acuerdo con el comisionado nacional de Seguridad, un grupo de aproximadamente 10 mil manifestantes arremetió contra policías federales, por lo que se activó el Protocolo de Seguridad para dialogar con los inconformes.
Al final, un maestro murió, tres policías resultaron heridos y seis personas fueron detenidas durante las protestas que integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en contra de la evaluación docente en este Estado.
Pese a esto, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dijo que se evaluó a mil 368 docentes chiapanecos, equivalentes al 59 por ciento de los programados para hoy, y calificó las acciones de la Coordinadora como “actitud beligerante”.
La muerte del maestro ocurrió luego de que un grupo de profesores tomó un autobús, le colocó bombas molotov y lo lanzó contra los policías que resguardaban la sede de la prueba; sin embargo, “los explosivos caseros detonaron, provocando que la unidad se incendiara y se perdiera el control de la misma”, lo que ocasionó que el profesor fuera atropellado por el autobús.
En un principio, la SEP reportó mil 309 docentes examinados, pero el 13 diciembre el número final se incrementó a mil 368, es decir, 59 más.

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