OPINIONES

ALIMENTOS VIVOS UNA BOCANADA DE ENERGIA

Yolanda Pardo

Ya lo decía Hipócrates, que tu alimento sea tu medicina y tu medicina, tu alimento. En la época moderna se popularizó la expresión, somos lo que comemos, dichos que enfatizan la importancia del comer sano, a tal grado, que si lo hacemos correctamente, no necesitaremos ir al médico, más que a chequeos y por infortunados accidentes.
El rescate de lo ancestral en alimentos, como son los germinados que la cultura social actual ha prostituido o ha denegado llevándola hasta un punto de ocultismo, porque lo que mejor nos hace y resulta ser más económico en lo energético y en lo material, no lo es para los grandes corporativos, es una de las tareas que se ha impuesto el arquitecto Pablo Martínez de Alba.
La comida procesada que invadido los mercados con enormes ganancias para sus marcas, es la moda social, ya sea porque la premisa es el trabajo y no queda tiempo para nada más o porque se va perdiendo ese gusto por la comida sana y se sustituye por la llamada “fast food”, por resultar más práctica, pero en el corto plazo, perjudicial para la salud.
Unos de los alimentos más sanos son sin duda alguna los germinados, semillas que despiertan hacia un proceso de crecimiento, es decir, su programa implícito en el ADN, echando mano de su reserva de almidones para llevarlo al despertar genético y empezar a crear potencialmente lo que a un futuro Podría ser el diseño para el cual ha sido creada como puede ser una planta o un arbusto.
Del beneficio de los brotes podemos decir, que incrementa el agua del 15 al 80 por ciento, los almidones se transforman en azúcares simples, dextrosa y maltosa, aumenta las proteínas hasta un 20 por ciento y se descomponen en aminoácidos fácilmente asimilables, se produce un estallido en el contenido vitamínico (B,D,E). los minerales se hacen biológicamente asimilables, se inactivan tóxicos y ácidos presentes en las semillas como defensas naturales y el efecto acidificante de algunas semillas se transforman en alcalinizante al consumir el germinado. La riqueza nutritiva y energética presente en los primeros días del desarrollo de las semillas germinadas, nunca más volverá a presentarse en toda la vida de la planta.
A sabiendas de todo esto, el arquitecto Pablo Martínez de Alba, terapeuta por más de 15 años, se ha dedicado a la búsqueda incesante del bienestar y la salud del ser humano y ha iniciado diversos proyectos, entre los cuales se encuentra una empresa familiar que ha llamado Verde Urbano, con el objetivo de compartir una alimentación viva y al mismo tiempo rescatarla, porque es ancestral: la ingesta de germinados.
Pero el proceso de estos germinados de Pablo, están sumamente cuidados, desde la semilla hasta el agua, que es lo más parecida a la de manantial y aún más, solarizada, es decir, expuesta unas horas a la luz solar en recipientes de vidrio, antes de ser utilizada, lo que le da un plus a los brotes.
Estamos participando con el proceso de la ingesta de esos germinados en una etapa primaria, dice Martínez de Alba, cuando ya despertó la semilla, porque la radícula tiene un tamaño suficiente. Todo el potencial de aminoácidos, proteínas y enzimas, principalmente, están a plenitud tal que tiene la capacidad de lo que tiene que crear como programa.
Así en crudo y en crecimiento, conservando la humedad, es como lo comparte con el ser humano, comenta el también terapeuta, Pablo Martínez de Alba, quien ha atendido a enfermos con la luz isomérica y otras terapias y es fiel defensor de las energías limpias y sustentables así como del planeta y siempre ocupado en el bienestar del ser humano.
Ahora comparte sus germinados y lechadas de alpiste y almendras en las zonas urbanas del Distrito Federal, con miras a extenderse a otros lugares, mientras, agrega, las podemos hacer de forma casera, para aprovechar todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo requiere y con una ingesta adecuada y equilibrada quedarán cubiertas todas las necesidades de alimentación y nutrimento, que cualquier organismo humano requiere.
Tiene, además del manejo de los germinados, que brotan en un invernadero urbano, un extraordinario complemento para ellos, para una alimentación sana completa, que nos evitará la mayoría de las enfermedades: el cultivo de la espirulina en tanques de agua mediante una semilla que exige por protección del diseño original, un PH muy elevado, altamente alcalino, de tal suerte que impide que sobreviva cualquier microorganismo que se acerque, por la condición de alcalinidad. Así el alga tiene proteínas y enzimas amigables al ser humano, se desdoblan de inmediato. No hay alergias ni rechazos.
La espirulina tiene características de alcalinidad suficientemente elevadas para modificar el nivel de PH de la sangre, lo que nos mantiene sanos y si estamos enfermos, nos trae la curación de variados padecimientos, como los causados por bacterias y los cánceres que viven, se alimentan y se procrean y se replican en medios ácidos.
Así que a consumir germinados y alga espirulina que nos llevan de la mano hacia un ajuste natural, paulatino y definitivo para que el organismo trabaje en condiciones óptimas y se sane así mismo, es la concluyente recomendación de Pablo Martínez de Alba.

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