OPINIONES

Las reformas estructurales dan señales de vida

Alejandro Pardo

Como es bien sabido por todos, la inseguridad en México aleja a los inversionistas. A esto, el reciente estudio llamado Riesgo y rendimiento, IED y el Estado de Derecho se suma argumentando que los factores más decisivos para los inversionistas al momento de invertir son: la facilidad para hacer negocios, el Estado de Derecho y la situación macroeconómica.
Indudablemente, México no destaca en ninguna de esos tres factores, es más se caracteriza por la falta de un Estado de Derecho sólido y la capacidad de ofrecer facilidades a los emprendedores. Con esto, se esperaría que la Inversión Extranjera Directa (IED) brillara por su ausencia.
Asimismo, el año pasado, hubo un descenso en la entrada de inversiones en Latinoamérica, y dentro de la región, México fue la economía que más dejó de recibir inversiones, al caer en 52%.
Ante esto, impulsar las reformas estructurales es para muchos la respuesta más adecuada. Mismas que durante el presente año se han visto entorpecidas, debido a la contracción de la economía mundial, la depreciación del peso, la caída en el precio del petróleo y bienes primarios, etc.
No obstante de todas las dificultades a las que se enfrenta la economía mundial, en México durante los últimos trimestres, la IED ha ido a la alza y ha sido uno de los países más concurridos en Latinoamérica por los inversores extranjeros. Es por lo anterior que en gran medida el PIB creció 2.6% en el tercer trimestre del año, cifra que superó la expectativa trazada por INEGI de 2.4%.
Si bien la expansión en la inversión tiene mucho que ver con la reciente compra de Iusacell por parte de AT&T y la venta de una división de la empresa Vitro, sucesos que han disparado los flujos de inversión durante el tercer trimestre, incluso quitando estas adquisiciones por empresas extranjeras, la IED, de cualquier manera habría crecido en el tercer trimestre del 2015 en comparación con el mismo trimestre del año pasado. Además, la IED ha crecido más de 18% en lo que va del año.
Esto impulsado en gran medida por las reformas estructurales, sobre todo en materia de energía y telecomunicaciones. Y es que con estas, se promete un país competitivo y claro más atractivo para inversionistas extranjeros.
Dado el comportamiento de la economía mexicana ante las dificultades que ha representado este año, es de esperarse que en los próximos, se vea fortalecida y muy probablemente creciendo a un ritmo mayor.
Así las reformas estructurales ante el complicado panorama internacional y la falta de credibilidad dentro del país, están sembrando la duda en quienes no creían y alimentando la esperanza de quienes las apoyaban. México se está convirtiendo en un país más atractivo para invertir, y de resolver sus problemas de inseguridad, podría pronto escalar aún más y por tanto ser más atractivo para invertir.
A todo esto, debemos considerar que no será un camino rápido y sencillo y que además la Inversión Extranjera Directa si bien supone un crecimiento en el PIB, esto se debe tomar con especial calma.

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