OPINIONES

Angus Deaton un economista de mirada profunda

Alejandro Pardo

La desigualdad económica ocupa hoy por hoy un lugar preponderante dentro de las principales preocupaciones de académicos en todo el mundo, y es que luego de la crisis que estalló en el 2008, el mundo sigue sin ver la luz.
Luego de dicha crisis, los cuestionamientos sobre el presente sistema comenzaron a cobrar fuerza, de esto que no sorprenda que el ganador más reciente del premio nobel de economía Angus Deaton sea todo un especialista en el tema. Para él, diseñar políticas económicas en favor del bienestar y la reducción de la pobreza implica entender las decisiones individuales de consumo, en concreto, recibió el nobel por su ardua investigación que gira en torno a la distribución del gasto entre diferentes bienes por parte de los consumidores, los patrones de gasto y el ahorro y la adopción de un método de análisis de bienestar y pobreza.
Para explicar dichas cuestiones, creó un método para estimar la demanda de un producto que depende tanto del precio de todos los bienes y servicios en la economía, como de los ingresos de los consumidores, con ello probó que el análisis individual o microeconómico es fundamental a fin de explicar los patrones hallados en los datos macroeconómicos, así, ha ayudado a los gobiernos a determinar cómo los diferentes grupos sociales reaccionan ante los cambios fiscales.
En su más reciente libro, The Great Escape, Deaton sostiene que mientras la mayoría de las personas en el mundo han ganado en términos de salud y bienestar, hay varios grupos en los que la calidad de vida se ha visto diezmada. Además, a partir de su análisis basado en datos microeconómicos ha contribuido a desenmascarar lo que de acuerdo a datos macroeconómicos han sido épocas de prosperidad, puesto que a partir de sus estudios ha encontrado que una gran parte de la sociedad no se ha beneficiado del crecimiento económico y más aún, que la diferencia entre clases se ha agravado.
Su investigación plantea 3 preguntas fundamentales:
¿Cómo los consumidores distribuyen el gasto entre los diferentes bienes?
La respuesta a esta pregunta no sólo es necesaria para explicar y predecir los patrones de consumo, sino también es crucial en la evaluación de cómo las reformas políticas y los cambios en los impuestos al consumo afectan al bienestar de los diferentes grupos. Deaton desarrolló en los 80’s un sistema de demanda flexible y simple para estimar cómo la demanda de cada bien depende de los precios de todos los bienes y de los ingresos individuales. Su enfoque y sus modificaciones posteriores son ahora herramientas muy usadas.
¿Cuánto de la riqueza generada por la sociedad se gasta y cuánto se ahorra?
Para explicar la formación de capital y las magnitudes de los ciclos económicos es necesario comprender la interacción entre el ingreso y el consumo a través del tiempo. En sus estudios hechos en la década de 1990, Deaton demostró que la teoría macroeconómica imperante del consumo e ingresos agregados no era capaz de explicar cómo los individuos adaptan su consumo a partir de su ingreso individual.
¿Cómo medir mejor el bienestar y la pobreza?
En su más reciente investigación, Deaton enfatiza cómo pueden utilizarse medidas confiables sobre los niveles de consumo de los hogares y así discernir los mecanismos del desarrollo económico. Su investigación es también importante para comparar la magnitud de la pobreza a través del tiempo y el lugar, lo que a su vez ha coadyuvado a transformar la economía del desarrollo.
Por otro lado, Deaton aterriza sus ideas a situaciones cotidianas, pues en una entrevista reciente, reprochó la tendencia de las personas más ricas del mundo a divorciarse del control gubernamental, pues comúnmente viven dentro de comunidades cerradas con servicios de salud y protección propios.
No debemos estar preocupados con la fortuna de los demás mientras esto no traiga ningún daño a nosotros, señala que el error consiste en entender el bienestar a partir del dinero e ignorar otras dimensiones, tales como la capacidad de participar en una sociedad democrática, acceso a buena educación, servicios de salud y por supuesto, el no ser víctima de la búsqueda de enriquecimiento por parte de los demás.
No obstante, Deaton es un tanto soñador y no quita el dedo del renglón, pues sugiere reformar los incentivos a las compañías farmacéuticas y desaparecer las restricciones al comercio, lo que a su vez permitiría a los países en desarrollo poder decidir más libremente.
En adición, el laureado economista sin abandonar la formalidad y precisión de su análisis parece abordarlos desde una perspectiva más humana, pues su análisis busca adaptar la teoría a las personas y no las personas a los modelos teóricos como frecuentemente ocurre en el análisis económico. Él estudia más de cerca a las personas y su comportamiento, algunos de sus tópicos de investigación han sido el bienestar, la felicidad y el envejecimiento.
Finalmente el vislumbra un panorama mejor en materia de pobreza, pues afirma que ha habido una baja considerable en los últimos 20-30 años y espera que esta tendencia a la baja se mantenga en el futuro.

Print Friendly, PDF & Email

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *